Bizkaia

‘Azken Sarea Indartzen’ evitó en 2020 que 4.128 familias en claro riesgo acabasen en situación de exclusión

Banner de Residencia Begoñako Ama en Bilbao

El Gobierno Vasco, de la mano de las entidades del Tercer Sector Social de Euskadi, repartió el pasado año 4,5 millones de euros entre 4.128 familias, a través del programa ‘Azken Sarea Indartzen’, para evitar que acabasen en una situación de exclusión. En total, el proyecto logró atender a 7.163 personas. Se trata de un programa diseñado desde el fondo ‘Covid Inor Atzean Utzi Gabe’ para paliar los efectos más extremos de la pandemia en el ámbito social, según ha explicado este sábado en una comparecencia en Bilbao la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal.

Junto al Obispo auxiliar de Bilbao, Joseba Segura, la alcaldesa en funciones de Bilbao, Amaia Arregi, y el director de Cáritas Bizkaia, Carlos Bargos, la consejera ha participado en un acto de balance del programa, en el que han tomado parte las entidades sociales que participan en el mismo, ya que ‘Azken Sarea Indartzen’ sigue vigente. Son varias las entidades que participan en el proyecto, bajo el liderazgo de Cáritas: Goiztiri, Bizkaisida, Bizitegi, Erain, Ellacuria, Susterra, Afroamericana, Sidalava, Sortarazi, CEAR, MArgotu, Izangai, y Pertsonalde.

Según ha explicado Artolazabal, se trata de un programa ideado para cubrir las necesidades básicas de algunos colectivos vulnerables, «los más invisibles para el sistema». En 2020, en total se entregaron 7.621 prestaciones a familias en claro riesgo de caer en situaciones de exclusión.

También ha intervenido en el acto el Obispo auxiliar de Bilbao, Joseba Segura, quien ha asegurado que se trata de un programa «que ha sabido aprovechar las fortalezas mutuas y que, por lo tanto, está en consonancia con nuestro espíritu colaborativo».

En la misma línea, el director de Cáritas Bizkaia, Carlos Bargos, ha puesto en valor que se ha visibilizado «una potente acción conjunta basada en la confianza mutua entre la administración pública y las entidades sociales ante un enorme enemigo común». «Nos sirve de aprendizaje para afrontar a futuro, con las mismas claves, la desigualdad creciente y la injusticia. Las entidades del Tercer Sector Social han evidenciado su enorme conocimiento, cercanía a la realidad y compromiso global», ha concluido.