Euskadi cerró 2017 con 8.262 parados menos que el año anterior y con 18.696 afiliados más en la Seguridad Social, hasta alcanzar las 943.987 personas inscritas, lo que supone un incremento del 2,02 % con respecto a 2016.
Los sindicatos se han mostrado especialmente críticos porque consideran que la bajada en el número de desempleados no se conrresponde con el empleo creado. Además el 92% de los contratos firmados están marcados por la temporalidad, tal y como destacan Iñaki Zabaleta, de ELA, y Maribel Ballesteros, de UGT Euskadi.