La diputada de EH Bildu Marian Beitialarrangotia ha afirmado que su formación está dispuesta a hablar de los PGE y a «mojarse», pero no ve «voluntad de diálogo» en el PSOE y dice que no puede «pedir fe ciega» a cambio de que «no llegue la derecha».
Beitialarrangoitia ha indicado que en todos los debates, incluido el presupuestario, suelen tener «gran influencia los acontecimientos que los acompañan y en los últimos tiempos más si cabe».
En este sentido, ha asegurado que es «evidente» la «derechización y la irrupción de Vox en Andalucía, y la confirmación de que en la derecha española, sea de la sigla que sea, hay una voluntad real de involución y de recentralización». A su juicio, ese escenario que «se abre y que ahora se vislumbra y se ve en Andalucía», casi «todo el mundo augura que pueda repetirse» tras un adelanto electoral o una vez agotada la legislatura.
Beitialarrangoitia cree que Pedro Sánchez va a intentar llegar «hasta agotar prácticamente la legislatura» y no cree que, de producirse un adelanto, vaya a ser «anterior al otoño de este año», porque «nadie quiere que coincida con las elecciones de mayo».
Por ello, cree que lo que está intentando hacer Pedro Sánchez es «un relato». Beitialarrangoitia ha asegurado que el PSOE es consciente de que es un Gobierno en «franca debilidad», con «muy poquitos apoyos» y «necesita ganar esos apoyos», pero «paradójicamente desde que llegó a la Moncloa no está hablando con nadie».
«Difícilmente alguien que quiere mantenerse en el Gobierno, que quiere para ello y entiende que para ello tiene que aprobar los presupuestos, puede tener esa actitud. Por eso vengo diciendo que tengo la impresión de que quiere hacer un relato», ha añadido. A su juicio, el PSOE intenta salir adelante con el apoyo de las formaciones pero «sin que parezca que está haciendo nada para conseguir esos apoyos».
PGE
En relación al contenido del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE), ha afirmado desconocer el «modelo que defiende Sánchez». «Sabemos que no quiere que llegue la derecha y EH Bildu ha demostrado que, si se trata de que la derecha no gobierne, pone toda la carne en el asador. Ya lo hizo en Gazteiz, lo hizo en Nafarroa y lo hizo para desbancar a Rajoy, pero no es un quitarse para ponerse el otro y hacer políticas similares», ha asegurado.
Beitialarrangoitia ha asegurado que, en un primer «vistazo» de los Presupuestos, cree que está «intentando hacer pequeños avances pero tan pequeños que son más fuego de artificio que medidas reales de cambio».
En su opinión, no se está «retrocediendo en el retroceso» que se dio con el PP en el Gobierno y, por tanto, es consolidar «los grandes recortes y las grandes políticas que se realizaron con el PP».
Esa actitud, según ha indicado, también se da en relación a otros temas, en los que «dice muchas cosas pero no se ven medidas» como la LOMCE, la denominada ‘Ley Mordaza o con la política penitenciaria donde «apenas ha dado pasos» como por ejemplo con los presos enfermos. «Parece más una cuestión cosmética que de medidas reales», ha agregado.
En su opinión, el PSOE se está preparando para un «escenario sin presupuesto» en la medida en la que vía Real decreto «está sacando las cuestiones más espinosas». «Parece que es el propio PSOE el que está sacando del debate presupuestario aquello que podría ser más espinoso y que, si no llegara a materializarse, le podría incluso pasar una factura e las elecciones de mayo, aunque no sean generales. Ellos mismos están jugando con esa doble baraja y no juegan limpio», ha dicho.
Preguntada por si estarían dispuestos a hacer un esfuerzo si la alternativa es un adelanto electoral, ha asegurado que están dispuestos a hablar con el Gobierno, pero «primero el Gobierno tiene que tener voluntad de diálogo y no la está teniendo».
«Desde el momento en que un grupo está dispuesto a sentarse en una mesa es porque está dispuesto a hablar y a ver qué márgenes de maniobra tienen unos y otros», ha asegurado. No obstante, ha advertido de que lo que «no puede pedir el PSOE es un cheque en blanco a cambio de que no llegue la derecha». «Que por cierto conseguiríamos atrasar esa llegada un año como mucho», ha agregado.
Por tanto, cree que lo que no puede hacer, «desde el inmovilismo» es pretender que los demás «actúen con responsabilidad y se muevan, y uno mismo no moverse». En su opinión, eso un Gobierno «responsable no lo puede hacer y tampoco lo puede hacer».
«Por tanto, claro que estamos dispuestos, siempre hemos estado dispuestos a mojarnos, pero ponemos en la Mesa una pregunta habida cuenta de que el principal objetivo de EH Bildu en su actuación en Madrid es defender los intereses sociales y nacionales de la ciudadanía vasca, ¿qué va a hacer Pedro Sánchez para garantizar estos derechos?. En la medida en que ponga cuestiones encima de la mesa, veremos si estas son suficientes o no, pero para eso primero hay que sentarse a hablar y desde luego, cuando no hay diálogo, lo que se está pidiendo es una fe ciega, un cheque en blanco», ha agregado.
En este sentido, cree que poner un «cordón sanitario a la posible llegada de la derecha más reaccionaria no es suficiente» y «hace falta algo más».
En relación a si ve posible que se reedite en Madrid el acuerdo alcanzado en Andalucía, ha afirmado que se podría dar y «dependerá de las matemáticas», pero ha añadido que «no es la única opción».
VOX
Sobre el acuerdo en Andalucía, cree que, «si el PP, Vox y Ciudadanos han llegado a un acuerdo, no ha sido por el deseo de desbancar al PSOE, sino porque, en última instancia, no son tan distintos». «Muchos de los postulados que defiende Vox, hace mucho tiempo que están presentes en el Congreso por Casado y por Rivera», ha afirmado.
Por otra parte, ha señalado que, cuando se habla de cuestiones territoriales, el PSOE «es uno de los aliados de PP, Vox y Ciudadanos en la aplicación del 155». Por ello, cree que tiene que decidir «si está por aquellos que apuestan por la involución» o apuesta por «poner una oferta democrática encima de a mesa».
«No estoy hablando de una oferta que pueda satisfacer a EH Bildu o al independentismo catalán, que seguramente no sería, pero sí una oferta que pueda plantear una hoja de ruta hacia una democratización», ha señalado.
Asimismo, ha indicado que el próximo inicio del juicio contra los impulsores del procés catalán pone «todavía más dificultades encima de La mesa» y el ambiente «se enrarece todavía más». «Por eso el PSOE está buscando hacer un relato victimista en el que diga: yo lo he intentado pero no me apoyan», ha agregado.