El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, además de calificar de «gravísima e injusta» la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo a los impulsores del ‘procés, ha advertido de que la resolución puede hacer «repuntar el conflicto» y quebrar «la convivencia democrática» en el Estado, y ha pedido a Cataluña que la respuesta que dé sea «firme y serena», de forma que discurra por «vías pacíficas». Según ha indicado,»la sentencia del Procés no me ha sorprendido porque, ya desde la instrucción, el tribunal y el poder judicial han tenido tal marcaje que estaba claro que iba a haber condena. Nosotros creíamos y creemos en la absolución». Aí mismo ha señalado que «llevamos años denunciando la politización de la justicia y la judicialización de la política en el Estado español, lo que tiene siempre efectos perversos. El catalán es un conflicto político y como tal demanda #soluciones políticas».
En cuanto a la situación en Euskadi, el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, también ha denunciado «la marcha atrás» que, a su juicio, ha dado la izquierda abertzale desde hace dos años al hacer, otra vez, «gala con orgullo» de su pasado, «volver a sus cuarteles de invierno y enseñar su peor patita». Por ello, espera que «corrija» la línea que ha emprendido porque «es grave» que se resista a decir que «matar estuvo mal y a reconocer el daño injusto causado».
Ortuzar ha considerado que la izquierda abertzale está dando «un paso atrás». «Lo digo con pena, que nadie vea regocijo en mis palabras porque la izquierda abertzale vuelva a ser la dura, vuelve a sus cuarteles de invierno y vuelve a enseñar la peor patita», ha añadido.
El líder jeltzale cree que ese mundo, «aparentemente, había avanzado en algunos conceptos éticos y políticos muy importantes para el futuro de la convivencia de este país». «Nosotros respetamos mucho a la izquierda abertzale, es la segunda fuerza política de este país y competimos electoralmente con ella, y nos gustaría poder colaborar para sacar adelante cosas buenas para esta sociedad», ha apuntado.
No obstante, ha indicado que, en los últimos dos años, «hay una marcha atrás evidente de la izquierda abertzale en los temas de convivencia, memoria, en la manera de abordar lo que ha vivido y sufrido este país, y las consecuencias que ha dejado el uso de la violencia por parte de ETA y de otras violencias que ha habido también en ese país».
«No se puede ver la paja en el ojo ajeno y no ser consciente de la viga que uno tiene en su propio ojo. Y eso es lo que creo que está pasando en la izquierda abertzale, que pide cuentas a todos los demás, nos exige a todos los demás autocrítica, un código ético severo que, luego, no se autoaplica. Y no solo no se autoaplica, sino que en los últimos tiempos estamos viendo que casi hasta hace gala con orgullo de ese pasado», ha dicho.
A su juicio, «es triste y es un paso atrás» que espera «que se corrija». Tras señalar que él nunca ha sido partidario de un único relato sobre lo ocurrido en el pasado, ha precisado que en Euskadi, «como en cualquier sociedad compleja, moderna y libre, cada persona tiene su propio relato, su propia mirada sobre lo que ha pasado y cómo lo analiza», ha añadido.
Andoni Ortuzar ha manifestado que «el asunto no es imponer un relato los unos a los otros, sino que ese relato sea fiel, verdadero». «Y, cuando alguien tiene problemas para decir que matar estuvo mal, para reconocer el daño injusto causado por esas acciones, es que algo grave le pasa», ha señalado.
RELATO FALSO
Para el presidente del EBB, ya no es «blanquear» a ETA, sino que «es un relato falso». «En este país ha habido mucho dolor porque se ha matado injustamente y siempre que se mata está mal. Esto es de primero de básica», ha apuntado.
Por ello, no entiende «que alguien tenga dificultades para reconocer esto, más allá de que eso pueda suponer que 50 años de su vida, de su trayectoria política, puedan ser tenidos como un fracaso o como algo erróneo».
Ortuzar cree que, en ese mundo, «hay una crisis de identidad de hacia dónde tirar». «Me da la sensación de que la única argamasa, el único pegamento que une a lo que hoy es la izquierda abertzale y a su clase dirigente es ese pasado. Y si son autocríticos con ese pasado o reconocen el error, según ellos, estarían rompiendo la magia o la unidad», ha subrayado.
Preguntado por los ‘recibimientos’ a Antonio Tejero, que intentó un golpe de Estado 1981, ha señalado que los mismos que no critican el ‘ongi etorri’ al exguardia civil, «critican aquí el ‘ongi etorri y al revés». «Yo creo que ningún ‘ongi etorri’ de esas características es bueno», ha manifestado.
El máximo representante del PNV ha dicho que entiende que una familia o una cuadrilla de amigos «pueda acoger a una persona que ha estado muchos años en la cárcel porque, además de las razones familiares afectivas, etc, hay que presuponer que una persona que ha estado tanto tiempo recluida, se ha reinsertado en la sociedad y ha expiado sus culpas, según la Justicia».
«Pero una cosa es eso y otra es convertirles en héroes o en ejemplos de trayectoria vital. Yo creo que ni Tejero ni ninguno de ETA son ejemplos de trayectoria vital para nadie y menos para las nuevas generaciones. Yo creo que, si algo tenemos que hacer con las nuevas generaciones, es enseñarles que lo que pasó en este país, nunca más puede volver a pasar», ha subrayado.