La directora de CEAR en Euskadi ha viajado a Ceuta para comprobar personalmente cuál es la situación en estos momentos. Percibe que estamos ante un enorme drama humano y ante la incertidumbre y el desconcierto porque no se sabe cómo gestionar la situación.
Denuncia que las personas han sido utilizadas como una herramienta política, que han sido arrastradas en muchos caso por el engaño de ahí que muchas de ellas hubieran decidido regresar voluntariamente a Marruecos. También señala que enmascaradas en esos regresos se han producido expulsiones sin garantía alguna y sin protección.
Recuerda que lo más importante son las personas, los seres humanos, y en lugar de hablar de ellos se les ha utilizado y se desvía la discusión hacia otras cuestiones, que habrá que tratarlas, pero posteriormente.
