El consejero socialista de Transportes del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, ha afirmado que no entiende que exista «polémica» con respecto a la entrada soterrada del Tren de Alta Velocidad en Vitoria o Bilbao, al ser una cuestión que «no está cuestionada».
«Nadie lo está poniendo en cuestión, ni yo ni el Ministerio ni el Ayuntamiento. No se trata de soluciones alternativas lo que se propone sino alternativas en el caso hipotético de que se diera la oportunidad de que el avance de las obras permitiera poner en marcha el servicio cuanto antes», ha añadido.
Arriola se ha referido así a las declaraciones de diferentes representantes institucionales del PNV respecto a los retrasos de las obras del Tren de Alta Velocidad y la entrada soterrada a Bilbao y Vitoria, cuestión que los alcaldes de ambas ciudades han defendido como única opción.
En este sentido, Arriola ha afirmado que no «entiende mucho que tenga que haber polémica», ya que «nadie ha cuestionado la entrada soterrada del TAV ni en Bilbao ni en Vitoria».
«Tanto es así que en el Gobierno Vasco estamos comprometidos a participar en la financiación del coste de esa integración soterrada con un 25%. Más compromiso que eso es difícil que pueda haber. Ni el Gobierno vasco ni yo, ni el de España ha cuestionado esto», ha aclarado.
Tras reconocer que la cuestión se ha originado después de unas declaraciones suyas, ha incidido en que lo que afirmó fue que ante la eventualidad de que pudiera estar finalizado el trazado del TAV, y no estuviese en ese momento la integración soterrada en las capitales, «se pudieran habilitar soluciones provisionales para poner en marcha el servicio cuanto antes».
«Me parece que es de sentido común, por lo que no sé por qué ha venido esa polémica», ha subrayado, para añadir que, «en absoluto, está en tela de juicio el que no se produzca la integración soterrada».
ESTUDIO INFORMATIVO
Según ha sostenido, las soluciones de integración soterrada, tanto de Bilbao como de Vitoria, en este momento están «todavía en fase de estudio informativo», de tal modo que mientras en el resto de actuaciones del TAV se pueden establecer plazos razonables de ejecución -finales de 2026, inicios de 2027-, para las soluciones de integración es difícil de aventurar plazos razonables».
«Por eso planteaba que pudiera producirse una solución provisional que permitiera poner en marcha el servicio. Es algo de sentido común», ha defendido.
Por otro lado, ha reconocido que «hay mucho por avanzar y por hacer», especialmente en el caso de Bilbao, donde más allá de los compromisos manifestados por Ministerio, Gobierno vasco y Ayuntamientos, estos aún no se han formalizado oficialmente.
«Mi idea es plantear al Ministerio que podamos firmar un protocolo en el que todas las instituciones comprometidas con la integración soterrada manifestemos ahí formalmente nuestro compromiso y voluntad de participar en la financiación de la integración», ha afirmado, para añadir que se trataría de un protocolo similar al ya realizado en Vitoria y que trajo consigo la constitución de la sociedad de integración del TAV.
