El Azkuna Zentroa de Bilbao acoge la réplica en chocolate del famoso cuadro «Guernica» de Pablo Picasso. La versión de la célebre obra que el artista malagueño pintó en París por encargo de la República española en 1937, se ha realizado a tamaño real. El cuadro cuenta con más de 21 metros cuadrados de dimensión y se ha empleado una precisión exquisita para conseguir un resultado lo más realista posible. Más de 400 kilos de chocolate y al rededor de 100 horas de trabajo repartidos en 13 días, se han necesitado para su confección. Cerca de cuarenta profesionales del sector de la gastronomía dulce artesana del conjunto del País Vasco (Bizkaia, Araba, Gipuzkoa, Nafarroa y Lapurdi) han tomado parte en la elaboración de esta obra tan particular.
El cuadro está dividido en 14 partes y para su traslado, hay que llevarlo con mucho cuidado. Se han utilizado grandes cantidades de gomaespuma para desplazarlo de un lugar a otro. En el caso de que la obra hubiese sufrido algún daño en su transporte, habría que retocarla. Es por ello que el cuadro llega al lugar de exposición con antelación para comprobar que no cuenta con imperfecciones.
Se trata de una iniciativa adoptada por la recién creada federación Eusko Gozogileak, que por el momento agrupa a las asociaciones del sector de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba. Los participantes que han tomado parte en el proyecto no se conocían entre ellos, pero no ha sido un obstáculo para la voluntad común de abordar este cuadro con tanto valor simbólico en la memoria social vasca.
Esta obra se ha convertido en noticia durante este año por diversos motivos. Por un lado, se cumplen cuarenta años de su traslado a Madrid desde el museo Moma de New York, en el que se encontraba expuesto. Por otro, en febrero, la familia Rockefeller retiró de la sede de la ONU, en la capital estadounidense, la versión en tapiz del mismo cuadro; la cual era de su propiedad. La presente exposición itinerante del «Gernica» de chocolate podría llegar a ser el tercer motivo de notoriedad de la obra en lo que va de año.
Es la primera vez que se hace una obra en chocolate de tales dimensiones y seguramente, todo aquel que visite el Azkuna Zentroa para ver la réplica, no se quedará indiferente.