Ni las bajas de Angie Bjorklund y Gabija Meskonyte, ni el cansancio del viaje, ni siquiera la calidad del rival pudieron con el Lontek Gernika Bizkaia. Las de Mario López salieron enchufadas en el PalaDozza boloñés. No había que dejar enemigos y el juego de ida y vuelta desprendía muy buenas sensaciones para las visitantes.
Parecía una locura entablar una batalla a pecho descubierto ante la Virtus de Bolonia. Pero resultó, dando sus frutos porque a este equipo le gusta correr y si le sumas el acierto en el tiro el nivel crece exponencialmente. La única pregunta que quedaba por resolver, según pasaban los minutos, era si la gasolina iba a llegar hasta el minuto 40. Llegó, con sufrimiento, con tiros libres vitales anotados por una inconmensurable Belén Arrojo a la que se le sumó la mejor versión de Roseis Silva.
Sin nada que perder
Desde el salto inicial Mario López quiso sorprender. Zonas presionantes tras tiro libre y muy incisivas en ataque buscando la superioridad de Belén Arrojo al poste bajo. La granadina jugó los 40 minutos del partido dando una lección de compromiso y calidad soberbia.
La dupla Dojkic y Hines-Allen mantenía a la Virtus en el partido. Las de Gernika flotaban sobre el parqué italiano y llegaban al descanso con una renta de 11 puntos (30-41). En la segunda parte iba a tocar aguantar el vendaval.
Aparece el cansancio
Tras alcanzar la máxima ventaja con el nacimiento del segundo acto (31-45) el cansancio iba a ir apareciendo. La exigua rotación vasca no fue impedimento para tratar de mantener el ritmo, pero se notaba el esfuerzo.
Djokic tomó el mando de las operaciones y los puntos de ventaja se iban perdiendo poco a poco. A falta de 21 segundos, la Virtus de Bolonia tuvo posesión tras tiempo muerto para buscar el triple del empate. Fuera, aunque lograron dos tiros libres en el rebote ofensivo. Los dos al hierro. Oxigeno. Belén Arrojo y Roselis Silva pusieron la sentencia desde el 4,60. Enorme victoria en la primera jornada.
