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La Basílica de Begoña fue escenario de la misa en homenaje a la leyenda rojiblanca Txetxu Rojo, en la que la familia del Athletic Club despidió al segundo jugador con más partidos en la historia del club. Un acto muy emotivo en el que más allá de ver caras conocidas de miembros y exmiembros del conjunto rojiblanco, fueron cientos de aficionados los que también quisieron brindar un último adiós al bilbaíno.
Fueron muchas las personalidades del mundo del fútbol las que quisieron despedir al extremo rojiblanco. El presidente Jon Uriarte fue uno de los primeros en llegar y acudió acompañado por parte de su junta directiva. Ilustres del panorama rojiblanco no dejaron pasar la oportunidad de despedir por lo alto a Txetxu Rojo. Javier Clemente, Manolo Delgado, Andoni Goikoetxea, Andoni Zubizarreta o Julen Guerrero son solo un pequeño ejemplo de todos los que se acercaron a Begoña.
Los capitanes representaron a la primera plantilla
Como era de esperar, en representación de las primeras plantillas rojiblancas acudieron los capitanes del primer equipo masculino, Iker Muniain, Óscar De Marcos, Mikel Balenziaga, Iñigo Lekue e Iñaki Williams y la capitana del femenino, Garazi Murua. Una ceremonia a la que también acudió el actual entrenador rojiblanco Ernesto Valverde que mantenía un vinculo estrecho con Rojo tras haber sido entrenado por él hace más de tres décadas.
Más allá de Valverde y los jugadores otros miembros de la parcela deportiva como Sendoa Agirre (delegado), Saioa González (delegada), Sergio Navarro (director de Lezama) y Mikel González (director de fútbol) acudieron a la Basílica de Begoña, por donde desfilaron también algunos expresidentes como Ana Urkijo, Fernando Lamikiz, Fernando G. Macua, Josu Urrutia o Aitor Elizegi que no quisieron perder la oportunidad de acompañar a la familia del ilustre futbolista.
Emocionante discurso de Joseba Betzuen
El momento más emotivo llegó cuando Joseba Betzuen, íntimo amigo de Txetxu Rojo dedicó unas palabras desde el atril en el que hizo mención y agradeció la labor de los sanitarios, de los miembros del club y de José Angel Iribar.
“Gure Txetxu, nos has dejado, pero siempre estarás en nuestros corazones. Tu mayor grandeza fue tu corazón. Nos enseñaste a ser generosos y mejores personas. Siempre aprendiendo a tu lado, nunca pude aprender a meter el empeine como tú. Txetxu, eras único. Nuestro ilustre de Bilbao. Como siempre decía, al jugar en la banda, ver las caras del público de San Mamés a su lado, le daba alas”
Tras terminar la misa, toda la Basílica rompió en aplausos hacia Txetxu y el colofón final llegó con una versión del himno a través de las campanas que emocionó a los allí presentes y que sirvió como fin al bonito homenaje que recibió Txetxu Rojo por parte de su familia, su ciudad y el club de sus amores.
