La Inspección de Trabajo ha emitido un requerimiento definitivo para el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco en el que constata que los 150 «Seat León» adquiridos el pasado mes de octubre como último modelo de coche patrulla de la Ertzaintza suponen un riesgo para la seguridad y la salud de los agentes. Esta resolución, de obligado cumplimiento, insta al Departamento de Seguridad a adoptar cambios en los vehículos en un plazo de tres meses para intentar ampliar el espacio interior. Según el Secretario General de sindicato ERNE, Roberto Seijo, el Departamento de Seguridad adjudicó la compra de estos vehículos sin consultar a expertos en ergonomía ni a los propios ertzainas. El mayor problema radica en los modelos con mampara para trasladar detenidos.
