Bizkaia

"Euskadi precisará de un plan de estímulo para su economía e igual habrá que incurrir en déficit" Iñaki Garcinuño, CEBEK

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El presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, cree que Euskadi acabará necesitando un plan de estímulo para la economía por los efectos se la situación creada por el coronavirus y, a su juicio, igual es el momento de incurrir en déficit para contar con los fondos que se precisen en esta coyuntura. Asimismo, ha indicado que están «a la espera de que la administración foral se mueva» con medidas que puedan ayudar a las empresas en el actual escenario.
Garcinuño señala que hay «muchas dudas e incertidumbres» sobre si la situación «va a evolucionar a peor» o, si con las medidas que se están tomando «con bastante responsabilidad», es posible «frenar» los contagios.
Garcinuño ha indicado que Cebek ha remitido ya recomendaciones a sus asociados que irá actualizando y ha indicado que, aunque, de momento, no son un «colectivo especialmente afectado» porque no se han tenido que cerrar empresas, cree que, si aumentan los infectados por el Covid-19, «más tarde o más temprano, alguna compañía se puede ver afectada».

TELETRABAJO

En las actuales circunstancias, ha asegurado que las empresas deben propiciar el trabajo aunque, en algunos casos, ha reconocido que resulta «imposible», sobre todo, en sectores como la industria y la construcción. «Los pisos no se construyen desde casa», ha agregado.
Garcinuño ha asegurado que el teletrabajo «no es la panacea» pero «tiene que estar presente y cara al futuro puede ser una herramienta de la cual aprendamos». «Para el futuro puede ser una experiencia interesante», ha agregado.
Ante la decisión del Gobierno Vasco de cesar la actividad docente presencial y las implicaciones de esta medida en los trabajadores por la necesidad de conciliación, Garcinuño ha afirmado que la empresa en si misma «no tiene una obligación por norma» de, por ejemplo, «mandar a la gente a casa y seguir cobrando y cotizando por no trabajar».
Sin embargo, cree que lo que debe hace es aplicar las «relaciones interpersonales» entre empresa y trabajadores para establecer una flexibilidad horaria o de jornada que facilite la conciliación.
Garcinuño ha indicado que siempre han defendido que la flexibilidad debe ser «bidireccional» y cree que esta es una ocasión para que se evidencie. «Esta es una buena oportunidad para pactar acordar y establecer horarios flexibles abiertos», ha destacado.

COSTE

El presidente de Cebek ha indicado que la situación creada por el coronavirus va a tener un coste «para todo tipos de agentes», para la administración, para las personas y para las empresas a la que les «va a costar mucho dinero en pérdidas de pedidos, de actividad y en jornadas perdidas». En este sentido, ha señalado que, en la medida que se minimicen esos costes para todas las partes», el «coste general bajará».
Por otra parte, ha indicado que tienen contabilizados tres ERTEs como consecuencia de la situación creada por el coronavirus, pero ha indicado que «indudablemente» la cifra va a aumentar. «Es inevitable», ha afirmado.
Garcinuño ha manifestado que es importante que los trabajadores afectados por el ERTE se «vean compensadas» en su salario pero ha indicado que la empresas también deben tener «unas compensaciones por esas cotizaciones que está haciendo por un trabajador que no está trabajando».
Garcinuño considera que hay que minimizar los coste para todo y cree que Euskadi está en una situación «suficientemente buena» como para que la Administración también «colabore» y cree «lo tienen en mente».
El presidente de Cebek no ha descartado que, posteriormente, sea «imprescindible» un plan de estímulo para relanzar la economía porque la caída «es probable que sea importante este año». En este sentido, ha recordado que su previsión era que la economía vizcaína crezca un 1,9% este año y ha dado por seguro que tendrán que rebajar la estimación.
Asimismo, ha manifestado que igual hay que asumir que el superávit que tiene Euskadi «no se puede mantener» e igual hay que entrar en un periodo de déficit porque cree que «todos esos fondos van a ser imprescindibles» y ha insistido en que las medidas que se adopten deben ir vinculadas tanto a las empresas, «que son el motor económico del país» como a las personas.
Garcinuño ha indicado que el acuerdo alcanzado esta semana entre el Gobierno central y vasco había «una puerta abierta al déficit». El presidente de Cebek ha señalado que se pensaba dedicar el superávit a reducir deuda y ahora considera que igual que hay que reflexionar sobre destinarlo a otro fin.
Ante las medidas que está adoptando el Gobierno central como aplazamiento en el pago de determinados impuestos, ha señalado que algunas de estas medidas les afectan como las moratorias en relación a las cotizaciones, pero en otros casos la competencia está en las diputaciones y están «a la espera de que se mueva la administración foral».
Garcinuño ha indicado que los aplazamientos «les vienen bien» pero considera que son necesarias medidas «más ambiciosas», aunque ello dependerá de lo que «cada Gobierno quiera colaborar a soportar esta crisis». «Hay que saber cuidar a la empresa», ha agregado.
Garcinuño ha afirmado que son «conscientes de la lista de necesidades», pero cree que el momento si requiere de medidas «ambiciosas, amplias e innovadoras» y ha indicado que «siempre habrá manera de volver atrás».
Por otra parte, ha indicado que China parece que está «empezando a funcionar de nuevo» y cree, por tanto que puede que no se produzca «el peligro de que se rompa el suministro de piezas» para seguir adelante con la producción de las empresas.
Por otro lado, ha afirmado que el aplazamiento de la Bienal era «esperable» pero va a ser otro «elemento importante a nivel económico» que supondrá «perdidas fundamentales para todo el Territorio». «Otro peldaño hacia abajo que damos en nuestro desarrollo económico», ha añadido.
Garcinuño espera que, a partir del segundo semestre del año, todo se «pongan las pilas» para tratar de compensar la caída que se puede producir en esta primera parte del año.
Por otra parte, ha reflexionado sobre el alarmismo y ha indicado que a veces genera «sensaciones irreales de peligros» y, en este sentido, ha manifestado que en Bizkaia el número de infectados es pequeño pero hay «un absoluto colapso económico y social».