La trata de seres humanos es un fenómeno de preocupantes dimensiones a nivel mundial, que constituye una de las más sangrantes iniquidades, ya que reduce al ser humano a la condición de objeto, de simple mercancía. De forma más específica, la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, especialmente de mujeres y de niñas ‑sus principales víctimas‑ constituye una de las vertientes más crueles de este ilícito comercio Es, sin duda, una expresión, particularmente abyecta, de la desigualdad universal y estructural que aún perdura entre mujeres y hombres en el mundo.
En el segundo informe sobre el progreso realizado en Europa en la lucha contra la trata de seres humanos y la protección de las víctimas, publicado por la Comisión Europea a finales de 2018, se señalaba que se han registrado 20.532 víctimas de trata en la Unión Europea, de las que el 56%, esto es, más de 11.000 tenía como finalidad la explotación sexual.
Este fenómeno se produce también en Euskadi, aunque los datos de los que se dispone sean muy limitados y poco representativos. Por todo ello, en el marco de la beca del Ararteko de investigación sobre la aplicación de los derechos humanos en Euskadi de los colectivos sociales especialmente vulnerables, la Comisión de Selección, integrada por representantes del Ararteko y de la Universidad del País Vasco, consideró de interés el estudio de investigación sobre la trata de personas con fines de explotación sexual en la Comunidad Autónoma del País Vasco, presentado por la investigadora Izaskun Orbegozo Oronoz.