El Surne Bilbao Basket terminará el año 2021 condicionado por los elementos relativos a la pandemia del COVID19. Álex Mumbrú no sabrá hasta horas antes del inicio del partido con qué jugadores podrá contar ni las personas que se sienten a su lado en el banquillo. De hecho, ni el mismo sabe aún si podrá dirigir al equipo ante el Unicaja de Málaga. Finalmente el partido ha sido aplazado
Lo seguro es que dos jugadores y tres técnicos no estarán al resultar positivos en los test. A la espera de los resultados de las pruebas PCR previas al partido que sólo pondrían en peligro el partido si el Bilbao Basket no puede inscribir a 9 jugadores. Afortunadamente en el Unicaja no hay ningún positivo y los de Fotis Katsikaris llegan a Bilbao exprimiendo sus remotas opciones de disputar la copa de Granada.
Además, el Gobierno vasco ha aprobado una serie de medidas restrictivas para frenar la expansión del COVID y que dejan el aforo máximo del Bilbao Arena en 5.000 espectadores, hecho que aún no ha sido confirmado por el Bilbao Basket. El efecto Miribilla se verá afectado para despedir un 2021 atípico ante un rival con 4 exMIB en sus filas: Katsikaris, Eric, Bouteille y Alberto Díaz.
Rival tocado
En el caso de que se pueda disputar el partido el Bilbao Basket tendrá enfrente a un equipo tocado. Los malagueños tienen una victoria más que los bilbaínos y cayeron con contundencia en Atenas en su último partido ante el Lavrio en BCL. A pesar de que tenían la clasificación garantizada la derrota ha dejado mal sabor de boca a su afición y llegan a Miribilla tratando de seguir con vida en la pelea por la Copa. «Es un equipazo con una línea exterior mortífera», señala Álex Mumbrú.
Para los bilbaínos el partido tiene una gran trascendencia. Una victoria igualaría en la tabla a los MIB con el propio Unicaja y dejaría el descenso a dos derrotas, además de lograr la sexta seguida en casa. En caso de derrota, el siguiente rival será el colista Betis en Sevilla para arrancar el año 2022, partido clave de cara a salir de los puestos calientes.
Seguir viviendo
«Sería importante que la gente siga viniendo a los partidos. Debemos usar el sentido común, no salir si hay síntomas y extremar precauciones, pero tenemos que intentar volver a la normalidad porque si no al final nos vamos a volver locos. Tenemos que seguir viviendo», argumenta el técnico de los MIB.
Mumbrú considera que es «bueno que no se pare la liga». «Es bueno para el espectáculo. Deportivamente esta situación de bajas a veces nos beneficiará y otras, como este caso, nos perjudicará, pero está bien que intentemos buscar maneras de poder jugar», reconoce.