Cáritas y la Fundación Foessa han presentado el informe «Exclusión y desarrollo social en Euskadi«. Se trata de la primera radiografía social completa de la crisis provocada por la pandemia. El estudio ha sido desarrollado por un amplio equipo de investigación con encuestas realizadas a 19.000 personas en el estado y 1.500 en Euskadi. La principal conclusión de este trabajo ha sido constatar que se ha producido un «shock» en la cohesión social en nuestra comunidad: Y es que las situaciones de exclusión severa alcanzan las 199.000 personas. Con esta cifra la brecha de desigualdad se profundiza en Euskadi. Así lo ha expresado Raúl Flores, secretario técnico de Foessa.
Exclusión laboral, de vivienda y de salud
El informe Foessa– Cáritas demuestra que la precariedad laboral ha aumentado durante la crisis sanitaria y aumenta la inestabilidad laboral grave. Esta situación repercute en mayores dificultades para hacer frente a los gastos de la vivienda. Además, las familias tienen dificultades para pagar el alquiler, la hipoteca o los gastos de la vivienda. Y muchas familias viven en una vivienda insegura o en un entorno degradado.
Desmontando estereotipos
Raúl Flores asegura que las familias en situación vulnerable no se resignan con su situación. Buscan empleo activamente, se forman y se integran en programas de inserción. El informe Foessa– Cáritas ha constatado que las prestaciones sociales no desmotivan a estas personas para salir de su situación.
Retos y propuestas
Las cinco brechas de la desigualdad que caracterizan la exclusión social en Euskadi se centran en los ingresos, el género, el origen , la edad y la brecha digital. Ana Sofi Telletxea es la responsable del observatorio de la realidad social de Cáritas Bizkaia y ha expuesto los retos y propuestas que Cáritas plantea para abordar los problemas sociales intensificados desde la crisis del 2008.