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Tocaba reaccionar. Era obligatorio. La eliminación copera había provocado una ola de desilusión que se plasmó en las gradas de San Mamés. Con el 100% de aforo ya permitido, no llegaron a 30.000 aficionados en las gradas. Puede parecer un registro aceptable si se tiene en cuenta el día, la hora y el operador televisivo, pero todos sabemos que nadie se pegaba por los muchos carnets sobrantes. Por eso ganar y no descolgarse de la pelea europea era tan importante.
Llegaba a la Catedral el colista, el Levante, un rival propicio para cualquier conjunto que no sea el Athetic. Los leones tienen unos datos tan negativos ante equipos en descenso que era el típico partido trampa, tal y como lo definió Marcelino en sala de prensa tras el choque. El desarrollo del partido no ayudó a calmar los ánimos del personal. Muchas llegadas de los leones y merecimientos de sobra para adelantarse, incluso para encarrilar el partido en la primera parte y no hubo manera. Los aficionados se comieron el bocadillo con la duda de si iban a ver el típico duelo extraño en el que la pelotita no quiere entrar y en el que, a pesar de merecerlo, se escapaba un triunfo vital para las aspiraciones de los leones.
Bacaladeros
En un partido extraño, tenía que aparecer un hombre como Mikel Vesga que relegó a Dani García al banquillo. El gasteiztarra firmó su segundo bacalao con la zamarra rojiblanca en 123 encuentros. El primero sirvió para ganar al Sevilla en 2017 y este para abrir la lata ante el conjunto granota. Tiene mérito porque abrió el balón a Berenguer y entró a rematar el centro medido del navarro. Esa es la llegada que se le pide a los medios centros. Ahora parece que las parejas de pivotes ya no están tan definidas. Falta por ver si Vesga da el sorpasso a Dani García.
Oier Zarraga debutó como bacaladero. Tuvo la personalidad de lanzar el penalti que cometieron sobre él mismo. Con la racha que llevaba desde los 11 metros, la aparición del getxotarra es un golpe de aire fresco. Iñaki Williams por su parte sumó su séptimo tanto, superando los registros de los dos últimos años. Necesitaba un gol para alejar fantasmas de su cabeza. Ojalá iguale las 13 dianas de la campaña 18/19.
Más cambios
Otra de las novedades fue la titularidad de Sancet. El saber estar de Raúl García está retrasando un relevo generacional que, como todos, es imparable. El “8” rojiblanco llena el ojo por la enorme calidad que atesora, pero hasta ahora, en los grandes partidos, Marcelino está apostando más por la experiencia. Aquí decide el míster, pero todos coincidimos que, si hiciéramos un referéndum entre la masa social, el joven futbolista navarro saldría elegido por aclamación popular.
Ahora toca mirar al Benito Villamarín. El Betis está haciendo una gran temporada. Finalista de copa, vivo en Europa y quinto clasificado en liga. Sin embargo, da la sensación de que al equipo de Pellegrini se le empieza a hacer un poco larga la temporada. Este miércoles reciben al Eintracht de Frankfurt antes d resolver la eliminatoria el próximo jueves en Alemania. Buen momento para viajar a Sevilla e intentar sorprender a un rival directo. Recordemos que en caso de victoria rojiblanca, el equipo que parecía se iba a salir de la tabla quedaría a un partido de diferencia y con el gol average favorable a los leones, pero claro, hay que ganar y esa es una tarea nada sencilla.
