El frío está azotando con fuerza en las últimas fechas. Temperaturas que rondan los 0º, e incluso bajo cero en algunos puntos del territorio. Tener que abrigarnos o el gasto en calefacción no son los únicos contratiempos de este invierno, ya que la exposición a bajas temperaturas puede producir la urticaria por frío o urticaria «a frigore». Se trata de una especie de alergia que afecta principalmente a los menores de 30 años. Una afección dermatológica que consiste en una reacción de la piel ante estímulos fríos como viento, baja temperatura o contacto con agua fría y que se manifiesta con la aparición de picor, enrojecimiento, habones y, a veces con angioedema, es decir, tumefacción o hinchazón.
En ocasiones, este tipo de alergia además de erupciones cutáneas y urticaria puede provocar fiebre, fatiga, dolor de cabeza, sibilancias y dificultad para respirar. Afecta principalmente a niños, adolescentes y adultos jóvenes menores de 30 años que tienen una sensibilidad mayor en las células de la piel, que hace que en determinadas situaciones térmicas, su organismo libere histamina y otras sustancias en la sangre, lo que provoca la aparición de síntomas cutáneos como ronchas o habones que causan picor y que pueden ser recurrentes o angioedema, tras la exposición a estímulos fríos. Son conclusiones a las que ha llegado un estudio del alergólogo del Hospital Vithas Valencia Juan Jose Liñana.
Test del cubito de hielo
Se suele diagnosticar con el ‘test del cubito de hielo’, el cual consiste en aplicar hielo en el antebrazo durante cinco minutos, y observar a los 10 minutos si se produce algún tipo de reacción. Además, existen otras pruebas en las que se expone al antebrazo a diferentes temperaturas para evaluar dónde se encuentra el umbral de resistencia al frío del paciente. Generalmente, los síntomas se pueden prevenir con antihistamínicos, así como medidas de precaución como asegurar que todas las partes del cuerpo están cubiertas antes de salir al aire libre en invierno, evitar los cambios bruscos de temperatura y procurar no ingerir alimentos fríos o helados, así como evitar bañarse en lugares donde el agua esté muy fría.
Asimismo, es importante mantener la piel siempre bien hidratada. La barrera contra la humedad es clave para mantener la alergia a raya, quien afirma que en los casos más severos, quienes padecen urticaria por frío pueden necesitar la «epinefrina administrada a través de un ‘EpiPen’ o autoinyector, que ayuda a estrechar los vasos sanguíneos para mantener la presión arterial y aumentar el flujo de aire en los pulmones», tal y como zanjaba el experto.