Ide Schelling (BORA-Hansgrohe) estaba, ante todo, feliz. Exultante. Pocas veces se ve a un corredor tan genuinamente feliz por haber ganado una etapa. Parecía casi tan sorprendido como algunos de los favoritos que le vieron levantar los brazos en la meta de Leitza. Schelling, que había aparecido en algunas quinielas para la primera etapa, sacó partido al descenso desde Arkiskil hasta la meta. Un descenso con cierto peligro, «un llamamiento a los problemas», llegó a decir Schelling, en el que era vital llegar bien colocado a los últimos 500 metros. El neerlandés lo hizo y suma su segunda victoria como profesional, primera en una carrera World Tour. El premio, doble. Scheling es el nuevo líder de la Itzulia después de que Ethan Hayter no pudiera seguir el ritmo de los favoritos.
Landa, desde lejos
La segunda etapa fue escenario de una de las tan aclamadas apariciones landistas. El corredor alavés se sabía ya baza única de su equipo, el Bahrain-Victorious, después de que Pello Bilbao no pudiera tomar la salida por una infección respiratoria. Landa se movió, como tanto gusta a la afción, agarrado abajo y a 47 kilómetros de meta, en las rampas más exigentes de la jornada. Por delante ya se había fracturado la fuga del día, de nuevo con presencia de Jon Barrenetxea, de Caja Rural (que consolidó su liderato de la montaña) y Txomin Juaristi (Euskaltel-Euskadi). Por delante sobrevivían Romo (Astana) y Jousseaume (Total Energies). Terminaron por unirse con un Landa generoso pero consciente de que quedaba mucha Itzulia por delante. Aunque no logró poner patas arriba la carrera, Landa se llevó una bonita bonificación de 3 segundos. Y en esta Itzulia cada segundo será vital.
El pelotón llegó a Arkiskil, tendido, demasiado tendido para ver fuegos artificiales, con todos los favoritos donde tenían que estar. Se movieron Calmejane (Intermarché) y el prometedor Abel Balderstone (Caja Rural). Con Education, Ineos y Movistar trabajando bien, su aventura no prosperó demasiado. Aranburu lanzó un ambicioso movimiento que enfiló el grupo. Sin prácticamente un metro llano, manejar el curveo era indispensable. Schelling tuvo las piernas y la cabeza para hacerlo mejor que nadie y lograr una victoria de gran prestigio. Su felicidad, ya en meta, haciendo cosplay de Iñaki Perurena, era contagiosa.
El pelotón, contra el muro
La tercera etapa, Errenteria- Amasa- Villabona, termina en un muro que hará que los corredores se retuerzan. Esta sí, parece destinada a que los corredores llamados a triunfar en la general se batan el cobre y muestren por primera vez quién está en disposición de ganar la carrera.
Sigue la Itzulia cada tarde, con Beñat Gutiérrez y Zugaitz Ayuso. Desde las 16:00 vive toda la emoción de la Itzulia Basque Country 2023.
