Gran premio para Philipsen. El belga ha repetido victoria y se confirma como el sprinter más en forma de la ronda gala. Philipsen ha logrado alzar los brazos en un final accidentado en Nogaro, con unos últimos kilómetros que discurrían por el circuito de automovilismo Paul Armagnac. Aunque todo el mundo esperaba que esta circunstancia nos regalase un sprint limpio y sin caídas, sucedió todo lo contrario. El corredor de Alpecin ha ganado ya los cuatro últimos sprints de la ronda gala. Eso sí, su victoria de hoy no se puede deslindar del excepcional lanzamiento realizado por Mathieu Van der Poel .
Sin fuga
En un ciclismo en el que se televisa prácticamente todo, el Tour tiene que encontrar la fórmula para que no se den imágenes como las vistas en buena parte de la jornada de hoy. Los ciclistas han circulado con mucho retraso sobre el horario más lento previsto y se han visto momentos de compadreo. Ni fuga ha habido hasta que, después del sprint intermedio, los franceses Delaplace (Arkea) y Cosnefroy (AG2R) se han ido por delante, quizá por pura vergüenza torera. Ni media opción han tenido.
Al llegar al circuito, las caídas se han sucedido y el primero en irse al suelo ha sido Fabio Jakobsen. Otro mal día para el Soudal y cada vez se hace más evidente que Lefevere tendrá que hacer borrón y cuenta nueva para el próximo año. Philipsen ha rematado excepcionalmente el trabajo de su equipo y se ha impuesto a Ewan y Bauhaus. Mañana llega la alta montaña para sacar a los aficionados del sopor de los dos últimos días.
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