El Amore se vuelve de vacío de su visita a Elche. Esto, que ha sido casi una norma en los nueve desplazamientos del equipo (salvo los empates logrados en Albacete y Gijón), tiene hoy posiblemente una explicación más benévola. Y, aunque es verdad que no sirve a efectos clasificatorios, la realidad es que el conjunto vizcaíno no ha merecido perder. Sin embargo, su falta de acierto ha acabado pesando más y ha resultado definitivo para la suerte del duelo (2-0).

Valiente puesta en escena

Mujika ha seguido apostando por el 5-3-2 que tan buenos réditos le había dado en las dos jornadas precedentes, con cuatro puntos sumados. Eso sí: las sanciones de Núñez y Sibo le han obligado a dos variaciones, dando así la titularidad a Mier y a Morán. Y el partido ha comenzado realmente bien para nuestros intereses, con un Amore desenfadado que ha buscado la meta rival.

Morci se ha erigido como abanderado en el capítulo ofensivo en cuanto a ocasiones a su cargo, pero esa falta de acierto ha tenido al jugador cedido por el Athletic como uno de los ejemplos más evidentes. Un remate de cabeza y un disparo alto empezaban a certificar que hoy no era el día, al margen de una falta directa en la que ha burlado la barrera pero no a San Román. Por parte del Elche, un remate franco de Mourad ha estado cerca de inaugurar el marcador en un primer acto que ha acabado sin goles.

El partido sube de revoluciones

El 19 del Elche ha insistido en el 50′ con un cabezazo a bocajarro, pero Campos ha evitado el 1-0. Un gol que ha llegado tan sólo dos minutos después… aunque no ha sido concedido. Oscar Plano ha batido a Pablo, pero con pisotón incluido, una acción detectada por el VAR. La respuesta azul llegaría en el 55′, con otra clara ocasión en la que Avilés se ha precipitado con un remate más lejano del que aconsejaba la situación, o la que permitía asimismo la posición de Dorrio a su derecha. En ese ida y vuelta, llegaba un remate de cabeza de Plano que se ha ido ligeramente desviado. La siguiente era nuestra.

Dorrio ha protagonizado en el 62′ una jugada de muchos quilates. El vizcaíno ha entrado en el área sorteando rivales pero ha salido trastabillado de su último duelo, lo que unido a la acción del portero ha impedido su remate. El rechace lo ha recogido Morci, pero de nuevo ha emergido San Román. Poco después, otro remate de Morci, tras otra gran acción de Dorrio, ha terminado con el cuero saliendo cerca del palo.

El Elche no perdona

Y palo el que nos hemos llevado en el 84′. Córner cabeceado por Mario Gaspar para poner, esta vez sí, el 1-0. A pesar del golpe, el Amore ha seguido mirando a la portería rival y ha podido lograr las tablas en un remate cruzado de Quintero que lo ha despejado San Román. Y en el 93′ llegaría la sentencia. Balón en profundidad para Morente, quien ha fusilado a Campos. La acción ha sido revisada por el VAR, por posible fuera de juego en el origen de la acción, pero se ha dado como válida por milímetros.

Con todo, los de Mujika han seguido buscando el gol y casi lo encuentran en un córner, con prolongación de Jauregi y llegada de Gayá. El remate del central lo ha repelido el poste, en otro perfecto ejemplo de que la puntería no estaba hoy de nuestro lado. Nos quedaremos, no hay otra, con el buen partido del equipo, dentro de una serie de encuentros con buenas sensaciones y puntos. Hoy no ha sido el caso, cierto es, pero hay que pensar que éste debe ser el camino. El domingo (21:00) tenemos cita en Lezama con el Burgos de Jon Pérez Bolo.

SD AMOREBIETA: Campos, Jorge Mier (Eraso, 87′), Manu Hernando, Gayà, Félix, Lasure, Erik Morán (Edwards, 81′), Carbonell, Dorrio (Rayco, 87′), Morci (Quintero, 81′) y Avilés (Jauregi, 76′)

ELCHE CF: San Román, Josan, Mario Gaspar, Bigas, Clerc, Febas (Salvador, 86′), Castro (Fidel, 65′), Nico Fernández (Adam, 86′), Tete Morente, Mourad (Borja Garcés, 60′), Plano (Sergio León, 86′)

Goles: 1-0 (Mario Gaspar, 84′), 2-0 (Tete Morente, 93′)

Árbitro: Arcediano Monescillo (Colegio castellano-manchego). Ha amonestado a Nico Fernández y Fidel en el Elche, y a Manu Hernando y Gayà del Amorebieta.