El Ejército de Estados Unidos ha denunciado al menos cuatro ataques lanzado este domingo por los rebeldes yemeníes huthis contra varias embarcaciones que se encontraban en el mar Rojo, incluido su destructor ‘USS Carney’.
El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) ha señalado que «estos ataques representan una amenaza directa al comercio internacional y la seguridad marítima», ya que han «puesto en peligro las vidas de tripulaciones internacionales que representan a varios países de todo el mundo».
«Tenemos todas las razones para creer que estos ataques, si bien son lanzados por los huthies en Yemen, son plenamente permitidos por Irán», reza un comunicado del CENTCOM en el que advierte de que Washington «considerará todas las respuestas apropiadas en plenas coordinación con sus socios y aliados internacionales».
El primer ataque de este domingo ha tenido lugar sobre las 9.15 horas (hora local), cuando el destructor, que estaba realizando una patrulla en la zona, detectó un ataque con misiles balísticos antibuque (realizado) desde áreas controladas por los huthies en Yemen hacia el ‘Unity Explorer’, impactando en las cercanías del buque».
Posteriormente, sobre las 12.00 horas (hora local), los estadounidenses derribaron un dron –también «lanzado desde áreas controladas por los huthies– que se dirigía hacia el destructor «aunque su objetivo específico no estaba claro», sin que se haya habido víctimas ni daños.
En un ataque separado que tuvo lugar sobre las 12.35 horas, el ‘Unity Explorer’, con bandera de Bahamas pero operado desde Reino Unido, fue alcanzado por un misil de los rebeldes yemeníes, registrando «daños menores». La embarcación militar estadounidense respondió a la llamada de socorro, cuando detectó un nuevo dron en las inmediaciones, al que destruyó.
Horas después, sobre las 15.30 horas, un misil alcanzó un buque –denominado ‘Number Nine’– de transporte de grano con bandera panameña, pero de prioridad y gestión de Bermudas y Reino Unido. El ataque ha producido daños, pero no se han notificado víctimas.
Además, sobre las 16.30 horas la Marina estadounidense recibió una llamada de socorro del buque panameño ‘Sophie II’, con tripulación de ocho países, que denunciaba que habían sido alcanzados por un misil. Pese a que no ha habido daños «significativos», el destructor de Estados Unidos derribó un nuevo vehículo aéreo no tripulado que se dirigía «en su dirección».
Fuentes del diario israelí ‘Haaretz’ han confirmado el ataque contra el carguero ‘Unity Explorer’ y han destacado que la compañía británica que lo opera es propiedad de Danny Ungar, hijo del magnate comercial israelí Rami Ungar, otro de cuyos barcos fue interceptado hace dos semanas.
Sin embargo, el portavoz principal de las Fuerzas Armadas israelíes, Daniel Hagari, ha subrayado que ninguno de los buques tenía «ninguna relación con el Estado de Israel». «Un barco ha resultado considerablemente dañado y está en apuros, en riesgo aparente de hundirse, y el otro está levemente dañado», ha revelado.
VERSIÓN HUTHI
Por su parte, un portavoz de las fuerzas militares de los huthis, el general Yahya Sari Qasim Sari, ha confirmado un ataque en aguas del mar Rojo y menciona tanto al ‘Unity Explorer’ como al ‘Number Nine’, ambos «buques israelíes».
Los dos estaban cerca de Bab al Mandab cuando los huthis lanzaron un misil de crucero contra el ‘Unity Explorer’ y atacaron al ‘Number Nine’ con un avión. «Los dos buques habían desoído los mensajes de advertencia de las fuerzas navales yemeníes», ha explicado Sari en un mensaje en Telegram.
«Las Fuerzas Armadas yemeníes seguirán impidiendo que buques israelíes naveguen por el mar Rojo y el mar Arábigo hasta que cese la agresión contra nuestros hermanos de la Franja de Gaza», ha destacado Sari. Los huthis insisten así en su «advertencia» a todos los buques «israelíes o relacionados con israelíes» que son ahora «un objetivo legítimo».
Los huthis, apoyados por Irán, han lanzado ataques de forma recurrente desde el comienzo de la guerra entre el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) e Israel el pasado 7 de octubre. Una de sus últimas acciones más sonadas ha sido el secuestro de un buque en el mar Rojo en respuesta a los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza.