La plantilla de Bilbobus se plantea paros y movilizaciones de «mayor calado» en las próximas semanas, cuando este mes se cumplen cuatro meses de movilizaciones para exigir el cumplimiento del convenio colectivo.
Los trabajadores de Bilbobus, alrededor de 650 en plantilla, secundan este martes a una nueva huelga de 24 horas, en el marco de las movilizaciones que vienen llevando a cabo en demanda del convenio colectivo, del mantenimiento poder adquisitivo y del acceso a contratos a tiempo completo de los trabajadores con el 62% de jornada, entre otras reivindicaciones.
A lo largo de este mes de febrero estaban programadas seis jornadas de movilizaciones, de las que tres son de 24 horas, la realizada el pasado, día 5, la de este martes y la del 27 de febrero. El resto son paros de cuatro horas por turno.
Además de la huelga, los trabajadores han partido en manifestación a las 7.30 horas desde la plaza Levante en San Ignacio, para recorrer las principales calles de Bilbao, pasando por el Ayuntamiento para terminar en la plaza Circular.
Secundado por el 100%
El paro de 24 horas está siendo secundado por el 100% de la plantilla, los trabajadores «se están haciendo visibles» y se están cumpliendo los servicios mínimos, según ha indicado a Europa Press el presidente del comité, José Fernández.
Fernández ha apuntado que no hay novedades ni «ningún movimiento de las partes» y que, previsiblemente, la próxima semana tomarán una decisión respecto a si se incrementan las movilizaciones previstas. «Tenemos muy claro que hay tomar decisiones sobre ampliación de paros y movilizaciones de mayor calado, de 24 horas. Está por determinar, pero los escenarios que estamos barajando son de un limitación de la actividad mucho mayor», ha advertido.
Tras afirmar que la situación de los trabajadores de Bilbobus es «bastante triste y lamentable», José Fernández ha defendido las movilizaciones porque la consesionaria del servicio y el Ayuntamiento están «en la paralización permanente y no se avanza».
«Hay que hacer lo que hay que hacer, nos fastidia bastante porque es un perjuicio para el servicio y para los ciudadanos pero no queda otra porque el tiempo pasa y en febrero hacemos cuatro meses del conflicto y son ya muchos meses», ha concluido.
