Después de hacer los deberes en liga ante el Mallorca, el Athletic tiene el foco puesto en la semifinal de Copa. A pesar de que todo se tendría que decidir en San Mamés, el choque del Metropolitano tiene más importancia del que algunos piensan y sino solo hay que escuchar a Yuri Berchiche advertir sobre la posibilidad de llegar al partido de vuelta con desventaja.
Los leones cuentan con la experiencia de alcanzar esta ronda por quinta vez consecutiva por lo que las han visto de todos los colores. El año pasado todos nos las prometíamos muy felices ante Osasuna y la historia no tuvo un bonito final. Se hicieron méritos para levantar la eliminatoria en casa, pero al final se demostró que un mal resultado en la ida puede condicionarlo todo. A favor cuenta que los de Valverde llegan en mejor momento, pero también es cierto que la dificultad del rival es mayor.
Virtudes del rival
En lo futbolístico el Atlético de Madrid tiene argumentos de sobra para echarte a la calle. Griezman es siempre un dolor de muelas para los rojiblancos, esté bien, mal o regular el francés. Morata es un delantero capaz de meter el gol de la temporada o fallar a puerta vacía, pero no te puedes fiar. Depay está respondiendo con goles y asistencias los minutos que le está dando Simeone, sin olvidarnos de las apariciones estelares de Correa o la calidad de Barrios, que ahora mismo es el jugador más clarividente de los colchoneros. Los madrileños no tienen la fortaleza defensiva de temporadas anteriores, pero llegan más y mejor a la portería contraria.
Efecto Simeone
A todos estos argumentos, que no son pocos, hay que sumarle la emotividad del choque. Más de 70.000 almas empujarán a coro con Simeone como director de orquesta. El premio, la final de la Cartuja el 6 de abril, es jugoso y el entrenador argentino sabe que es su única opción real de levantar un título esta temporada. Ya se ha encargado de calentar a los suyos asumiendo el papel de víctima en su pelea con la Federación Española de Fútbol por los horarios.
El ambiente hostil que se espera en Madrid no debe asustar a los leones, incluso puede servirles de incentivo. La atmósfera que se va a crear en San Mamés el 29 de febrero no va a envidiar a ningún estadio europeo, ni con un resultado adverso en la ida. En este aspecto solo cabe esperar que el colegiado designado no se arrugue y desde el VAR no miren con tanto cariño a los de Neptuno, a los que perdonaron tres penaltis ante el Real Madrid nada más y nada menos y encima en el Bernabéu.
El balón manda
En el otro fútbol, el Atlético de Madrid no tiene rival. Si intentas entrar a su juego, estás perdido. Si los zurigorri quieren salir vencedores del Metropolitano deben centrarse en lo futbolístico y ahí sí pueden superar a cualquiera. El partido de referencia es el 2-0 de San Mamés, pero no soy tan iluso de pensar que se van a dar las mismas condiciones. Sería histórico porque el baño del partido liguero fue épico.
El Athletic tiene que pensar en cómo superar el centro del campo colchonero para imponer su estilo. La recuperación de los Williams va a ser clave para generar espacios y meter el miedo a la defensa madrileña. Guruzeta tendrá que estar más acertado que nunca y Sancet tendrá que sacar a relucir todas su cualidades, sin entrar al trapo de las marrullerías del rival. Sólo fútbol. Sin olvidar de la seguridad defensiva que puedan dar los cuatro de atrás con Julen bajo palos. Todo está preparado para la batalla del Metropolitano.