El Ayuntamiento de Bilbao continuará con la implantación del proyecto Bilboko Doiunak en algunos de los barrios de la ciudad con «alta complejidad sonora», con el objetivo de «reducir los sonidos negativos y fomentar los sonidos positivos, buscando un bienestar acústico que mejore la calidad de vida de sus vecinos».
Este compromiso se recoge en una iniciativa acordada entre el equipo de gobierno de PNV y PSE con Elkarrekin Bilbao, que enmendaba a una moción del grupo de la oposición, aprobada en el pleno ordinario de este jueves en Bilbao, con la abstención de EH Bildu y el apoyo del resto de partidos.
En su turno de intervención, la portavoz de Elkarrekin Bilbao, Ana Viñals, ha señalado que Bilbao cuenta con zonas «sonoramente tranquilas» y también con barrios en los que «la vida cotidiana, la mayor parte del tiempo, está también invadida por sonidos negativos, sonidos incómodos e insalubres».
En este sentido, ha precisado que no solo quieren poner el foco en las zonas o barrios clásicos de la ciudad que «soportan las afecciones negativas del ocio principalmente nocturno y de fin de semana», sino también en «todos esos barrios de Bilbao que soportan sonidos negativos de día y de noche y de lunes a domingo, como La Peña, Rekalde, algunas zonas de Masustegi, Altamira, Olabega o Zorroza, en los que el ruido diario y constante generado por carreteras importantes como la A8 o por varias líneas ferroviarias provocan de manera crónica sonidos perjudiciales con un impacto negativo en la calidad de vida de miles de vecinos».
Viñals ha considerado que en la primera fase del proyecto Bilboko Doinuak no se ha arriesgado «prácticamente nada», ya que se ha implementado en San Ignacio, «un barrio de Bilbao potencialmente tranquilo comparamos con otras zonas de la ciudad».
