La AVP responde a las críticas por el caso del espía Pablo González: «Utilizó a muchos compañeros que dimos la cara por él»

La asociación de profesionales periodistas denuncia que se les quiere desprestigiar por haber reclamado un juicio justo para González
La AVP responde a las críticas por el caso del espía Pablo González: «Utilizó a muchos compañeros que dimos la cara por él»
Imagen de Pablo González antes de ser detenido en Polonia / Web de la Asociación Vasca de Periodistas
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La Asociación Vasca de Periodistas ha querido emitir hoy un comunicado en relación al caso del periodista (y presunto espía ruso) Pablo González y el pronunciamiento que sobre él han tenido (de manera unánime y colegiada) las Asociaciones y Colegios Profesionales de Periodistas. Como han explicado en su página web, a estas agrupaciones se pretende desprestigiar ahora por haber reclamado para él un procesamiento judicial justo, por lo que se suman a las explicaciones de quien fuera presidente de la Red de Colegios Profesionales de Periodistas de España, Pedro Lechuga.

El propio Lechuga explica en un vídeo insertado en la web que «nadie esperaba el giro final de la historia del periodista español Pablo González, que estuvo más de 900 días en una cárcel en Polonia acusado de espionaje». «Mentiría si no reconociera que me sorprendió muchísimo el desenlace final del caso del periodista español Pablo González encarcelado más de dos años en Polonia acusado de ser un espía ruso, esa imagen bajando del avión y siendo recibido como un héroe junto a otros supuestos espías por Vladimir Putin.»

Sorpresa entre los periodistas

«Yo creo que sorprendió a la inmensa mayoría de los periodistas de nuestro país y también de otros países europeos», pero «lo que pedíamos era que tuviera un juicio justo y que conociera él y sus abogados los hechos que se le imputaban.» Además, asegura que «eso era lo que exigíamos y pedíamos al Gobierno español, que tomara cartas en el asunto, que ahora parece que ha quedado demostrado que Pablo González y su entorno utilizó a las organizaciones profesionales, utilizó a muchos compañeros periodistas que dimos la cara por él. Eso es problema suyo y de su entorno.»

Para Lechuga, «nosotros hicimos lo que teníamos que hacer». También afirma que «lo que veo mal y creo que es desacertado es cómo ahora últimamente tanto en medios nacionales como internacionales se están conociendo informaciones del pasado y del presente de Pablo González que me parece muy bien informar a través de fuentes de posibles hechos que demuestren o no que Pablo González era espía, pero lo que no se puede utilizar es este caso para intentar desprestigiar a las organizaciones profesionales y determinar que ya no podemos representar a la profesión por haber apoyado a un supuesto espía. Una cosa, no quita la otra. Las organizaciones profesionales hicimos lo que teníamos que hacer y Pablo González y su entorno hizo lo que tenía que hacer, pero insisto, no se puede utilizar este caso para intentar desprestigiar y decir que resulta que las organizaciones profesionales por nuestros comunicados de apoyo a Pablo González ya no podemos representar a la profesión.

Quedan interrogantes

Para finalizar, Pedro Lechuga asegura que «quedan varios interrogantes en el aire. El primero de ellos es que hable Pablo González. Una vez que fue recibido por Vladimir Putin hubo muchos compañeros, lógicamente, que no quisieron hacer un juicio de valor antes de conocer la versión del protagonista desde que fue liberado en ese intercambio de prisioneros entre occidente y Rusia. Pablo González no ha contado su historia, no ha contado su versión, por lo tanto eso da que pensar. Otro de los interrogantes que queda es por qué misteriosamente una vez que Pablo González es intercambiado por por otros prisioneros occidentales entonces en ese momento sí que la justicia polaca ya saca todas las pruebas y le imputa unos hechos de espionaje al servicio de Rusia». Para el pediositas, «otra pregunta que nos queda es si el Gobierno español al que le criticamos por no tomar cartas en el asunto ya tenía conocimientos o tenía informaciones que no se habían hecho públicas sobre la posible acusación de Pablo González de ser espía porque no se entiende entonces por qué no tomaron cartas en el asunto y no defendieron a un ciudadano español.»

Para concluir, Lechuga concluye el vídeo asegurando que «este suceso, el caso de Pablo González, demuestra claramente ese dicho en que la realidad supera la ficción».

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