La eliminación copera fue un batacazo por caer en la primera eliminatoria en la que te enfrentabas a un rival de primera división, por hacerlo en casa y por volver a tropezar en la piedra de Osasuna por segunda vez en tres años. Dolió, pero ya avisábamos que quedaban restos bonitos por delante como para regodearse en la derrota.
El equipo estaba obligado a levantarse, sacudirse el polvo y volver a montar el caballo. Lo hizo en Vigo en un partido marcado por el desgaste físico y el bajón anímico. No hay mejor manera de superar las derrotas que con triunfos y más cuando te permite consolidar tu plaza Champions y te iguala con el Barça en la tabla. La regularidad es clave porque además desgasta a tus perseguidores.
El de Balaídos no fue un partido para guardar en la videoteca, pero sí suficiente para rascar un triunfo merecido. Llevar el control del partido ante el Celta en su estadio no es fácil y el Athletic dominó de forma cómoda sin conceder prácticamente nada rival en su área. El gol fue un accidente. Victoria merecida, que supone un impulso anímico para la segunda vuelta y la competición europea.
Turno europeo
Los leones tienen dos partidos para cerrar la primera fase y pensar en el cruce de octavos de la Europa League, que dependerá de lo bien clasificado que quedes. Por ahora pelean por liderato con la Lazio lo que les evitaría, a priori, emparejamientos incómodos. Terminar líder esta fase mandaría un mensaje claro a todo el continente futbolístico; el Club ‘Unique in the World’ vuelve a rugir en Europa.
Ahora toca vivir otra bonita experiencia turca contra el Besiktas, uno de los grandes del fútbol otomano que ocupan la quinta plaza y van ya por su tercer entrenador del curso. Debuta el ex icono del Manchester United, Solskjaer contra un Athletic que quiere seg invicto la competición y mantenerse como el menos goleado de la competición. Números que apuntan a llegar muy lejos si mantienen el nivel exhibido hasta ahora. La primera victoria de 2025 llegó en Vigo, que no pare la fiesta.