El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha asegurado que el partido está «más unido que nunca» y ha negado cualquier crisis con Andoni Ortuzar, actual presidente del EBB hasta finales de marzo. Esteban, único candidato para liderar la formación jeltzale en los próximos cuatro años, ha declarado que mantiene una relación de amistad con Ortuzar y ha pedido respeto al proceso interno del partido.
Proceso de renovación en el PNV
El diputado ha abordado la renovación de la Ejecutiva nacional del PNV, cuya segunda vuelta comenzó el pasado lunes en los batzokis. Tras la retirada de Ortuzar, Esteban se ha quedado como el único aspirante a la presidencia del EBB y ha señalado que encara el reto «con responsabilidad», siempre que así lo decida la militancia.
Asimismo, ha pedido respeto a los tiempos del proceso electoral interno, recordando que la Asamblea General, en la que se anunciará la decisión final, tendrá lugar a finales de marzo.
«El PNV no se iba a despedazar»
Esteban ha insistido en que la transición en el liderazgo no ha generado fracturas en el partido. «No ha habido tensión», ha afirmado, destacando que el cambio en la presidencia se está desarrollando con «absoluta tranquilidad» dentro de la militancia.
Además, ha rechazado cualquier especulación sobre un posible enfrentamiento con Ortuzar. «Yo sigo siendo su amigo y él sigue siendo amigo mío», ha subrayado, explicando que ambos entendieron el mensaje de la afiliación y se llegó a un acuerdo en consecuencia.
El dirigente jeltzale ha destacado que el PNV es un partido «vivo», con una afiliación activa que «participa, vota y propone», algo que, en su opinión, fortalece la unidad interna.
Futuro de Esteban si es elegido presidente del EBB
Esteban ha confirmado que, en caso de ser presidente del PNV, deberá dejar su escaño en el Congreso. Sin embargo, ha dejado claro que seguirá manteniendo un papel clave en la política estatal.
«Probablemente, no veré tanto a los diputados y les echaré de menos, pero los secretarios de Estado y las ministras no se librarán de mí tan fácilmente», ha asegurado, dejando entrever que continuará influyendo en las negociaciones con el Gobierno.
Por otro lado, ha reconocido que no echará de menos la «bronca» habitual del Congreso, insinuando que su nueva responsabilidad le permitirá trabajar desde otra perspectiva.
