

Imanol Alguacil se ha despedido de la afición txuriurdin en el Reale Arena tras dirigir su último partido en casa como entrenador de la Real Sociedad. En la rueda de prensa posterior al encuentro, el oriotarra ha compartido una reflexión cargada de sentimiento y simbolismo: «Ojalá que algún día se cambie la política y decidamos jugar como lo hace el Athletic, con solo canteranos«.
La declaración de Imanol ha causado polémica en Donostia y ha llamado la atención en redes sociales a ambos lados de la A-8.
😮 Ojo a las palabras de Imanol:
🗣️ "Ojalá algún día se cambie la política y decidamos jugar como lo hace el Athletic con solo canteranos. Todos estaríamos igual de contentos y orgullosos independientemente de los resultados". pic.twitter.com/kD0nOAHcRp
— Endika Río (@endikario) May 19, 2025
Defensa del trabajo de base
Imanol ha hecho balance de su etapa al frente del primer equipo, subrayando el esfuerzo que ha supuesto mantener el nivel competitivo en todas las competiciones. «El nivel de exigencia es tan alto… Hemos competido en Europa, en Liga y en Copa. Y hacerlo con muchos canteranos es sacrificado», ha asegurado.
Ha admitido que le hubiera gustado ofrecer más minutos a algunos jugadores de Zubieta, pero ha recordado que el contexto no siempre lo ha permitido: «Esos canteranos necesitan tiempo, necesitan crecer, cometer errores… y esos errores a veces pueden suponer perder partidos».
Orgullo por el camino recorrido
«He intentado dar oportunidad a canteranos sin perder la esencia de competir y de mantener a la Real en lo más alto. ¿Se podía haber hecho mejor? Seguro que sí, pero también peor. Estoy súper contento», ha afirmado el ya exentrenador del conjunto donostiarra.
La referencia al Athletic Club no ha pasado desapercibida. Imanol ha reconocido que, siendo de la cantera, su sueño sería ver a la Real Sociedad competir solo con jugadores formados en casa: «Creo que todos estaríamos igual de contentos y orgullosos independientemente de los resultados».
El paso de Imanol Alguacil por el banquillo txuriurdin ha estado marcado por la fidelidad al estilo, la apuesta por la cantera y un fuerte vínculo emocional con el club. Su adiós a Anoeta deja un legado que va más allá de los resultados deportivos.