Lady Gaga ha vuelto a romper esquemas y récords. La cantante estadounidense congregó este sábado a más de 2,1 millones de personas en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, en un concierto gratuito que ya se considera el más multitudinario de su carrera y uno de los mayores en la historia de la música en vivo.
El espectáculo, que forma parte de su gira The Mayhem Ball, no solo marcó su regreso a Brasil tras 13 años de ausencia, sino que convirtió la icónica playa carioca en un auténtico santuario pop. Desde horas antes del inicio, miles de fans llenaban las calles aledañas ataviados con pancartas, disfraces y maquillaje inspirado en la artista.
Durante más de dos horas, Gaga repasó sus grandes éxitos, desde Bad Romance y Poker Face hasta Shallow y Rain on Me, acompañada de un deslumbrante despliegue de luces, coreografías y visuales. “¡Brasil, lo hicimos! Este momento quedará grabado en mi corazón para siempre”, proclamó emocionada ante la multitud.
El evento también destacó por su impecable organización y fuerte dispositivo de seguridad, con más de 3.000 agentes desplegados para garantizar el orden. Según las autoridades locales, nse evitó un atentado con bomba gracias a la actuación policial.
Con este histórico concierto, Lady Gaga no solo salda su deuda con el público brasileño, sino que eleva aún más su estatus como una de las artistas más influyentes y convocantes del siglo XXI.
