

Durante el año 2024, el Servicio de información y Atención a Mujeres Víctimas de Violencia Doméstica o Por Razón Sexo (SATEVI) recibió un total de 3.741 llamadas. En comparación con el ejercicio de 2023, en 2024, el número de llamadas pertinentes ha aumentado en un 10.68%, (761 llamadas más). Es la primera vez que se alcanzan estas cifras desde que el servicio está en funcionamiento. Durante los cinco primeros meses del 2025 se han contado 1.236 atenciones.
El 900 840 111 es un número habilitado y atendido por psicólogas, educadoras y trabajadoras sociales especializadas en violencia contra las mujeres. Este servicio es abierto 24 horas y 365 días al año, inmediato, anónimo, confidencial y gratuito, que no deja rastro en la factura telefónica.
Tipo de violencia sufrida
Las mujeres víctimas de Delitos contra la la libertad sexual, suponen un 6,09% y están cogiendo mayor peso dentro del servicio. Se percibe un aumento de este tipo de llamada desde 2018. Del total de las atenciones en 2024, el 31,65% verbalizaron algún tipo de maltrato sexual, es decir, 3 de cada 10. En un 4,17% de caso se trataba de Violencia intrafamiliar de género, aquella violencia ejercida por un varón dentro del entorno familiar a excepción de la pareja o expareja.
Intervenciones realizadas
El tipo de intervención que aparece en un mayor número de atenciones (unida a otras necesidades atendidas) es la del acompañamiento (91,45%) seguido por la contención emocional (76,88%), la información (64,98%) y la orientación (63,33%).
Datos por territorios
El 61,05% de las llamadas recibidas durante el año 2024 provienen de Bizkaia, el 20,93% de Gipuzkoa y el 16,71% de Araba. Así mismo, son las localidades con mayor número de habitantes las más atendidas: Bilbao, Vitoria, Basauri y Barakaldo, quedando relegado Donostia al quinto puesto.
Destacan la aparición en la lista municipios como Hondarribia en Gipuzkoa, Busturia y Güeñes en Bizkaia y Laudio en Araba. Se aprecia la incidencia de SATEVI en pueblos de media y baja densidad que, en muchas ocasiones, puede incluso ser uno de los pocos recursos accesibles y cercanos a la propia mujer.