

Una conductora británica fue detenida la pasada semana en el puerto de Bilbao cuando intentaba embarcar en un ferry con destino a Rosslare (Irlanda) al volante de un camión tráiler de gran tonelaje en estado de embriaguez. El arresto se produjo gracias a la intervención de la Policía Nacional, que detectó su comportamiento sospechoso durante los controles rutinarios.
Comportamiento desorientado y sin calzado
La detención tuvo lugar durante las labores de inspección del Grupo de Fronteras Marítimas en la zona de preembarque. Según ha informado la Delegación del Gobierno en el País Vasco, la actitud de la mujer —aparentemente desorientada, con aspecto desaliñado y sin calzado— llamó la atención de los agentes. Al acercarse, confirmaron que presentaba síntomas evidentes de estar bajo los efectos del alcohol, por lo que decidieron inmovilizar el vehículo como medida de prevención.
Intentó arrancar el camión pese a las advertencias
Mientras se solicitaba apoyo a una patrulla de la Ertzaintza para realizar la prueba de alcoholemia, la conductora intentó subirse de nuevo al tráiler y puso el motor en marcha, desobedeciendo las indicaciones policiales. La rápida intervención de los agentes evitó que pudiera continuar con la maniobra.
Resultado de alcoholemia: 1,19 mg/l
La prueba de alcoholemia realizada arrojó un resultado de 1,19 miligramos por litro de aire espirado, casi el doble del límite legal considerado delito (0,60 mg/l). Por este motivo, fue arrestada por un delito contra la seguridad vial y puesta a disposición judicial.
Una posible “tragedia” evitada
La Policía Nacional ha subrayado la gravedad del incidente, señalando que un vehículo de ese tamaño y peso conducido por una persona en ese estado “podía haber causado un accidente de consecuencias muy graves, tanto en la zona de preembarque —donde se encuentran familias y menores— como en las bodegas del buque”.