Once años después volverá a sonar el himno de la Champions League en San Mamés. Cuesta mucho codearse con los mejores clubes del mundo y por eso el Athletic no debe desaprovechar esta oportunidad. A nadie se le escapa que el nivel de dificultad es máximo, pero los leones deben afrontar esta competición sin complejos. Pensando en grande.
La última participación, también con Valverde en el banquillo, nos dejó un regusto amargo. La previa ante el Nápoles se vivió con gran ilusión, pero la eliminación a manos de Shakhtar, Bate Borisov y Porto pinchó el globo rojiblanco. Esta edición promete emociones fuertes con Arsenal, PSG, Sporting de Lisboa y Qarabag en casa y las salidas a Dortmund, Newcastle, Bérgamo (Atalanta) y Praga. Una oportunidad para disfrutar sin perder el carácter competitivo de los zurigorris.
Difícil, pero no imposible
A pesar de que el Athletic tiene que nadar en un mar plagado de tiburones, los aficionados echan cuentas para saber si su equipo puede aspirar a la siguiente fase de la competición. Los antecedentes nos dicen que serán necesarios 11 puntos para superar el corte y eso te obliga a rascar en cada oportunidad sin mirar rival o potencial. Todos tenemos marcados en rojo algunos duelos como los de Sporting, Qarabag o Slavia, sin desdeñar ningún otro rival.
Solo Yuri y Laporte, cuando pueda jugar, tienen experiencia en esta competición. Un dato significativo que tampoco tiene por qué marcar la participación de los leones. Hay que aprovechar el momento porque esta posibilidad no sucede todos los años. De hecho, esta será la sexta participación en Copa de Europa o Champions League del conjunto bilbaíno. Todos los socios y aficionados tienen interiorizado que toca ir a San Mamés a animar sabiendo que son 8 partidos y habrá buenos y malos momentos durante esta primera fase.
