Iñaki Williams, jugador del Athletic Club, ha visto cómo la justicia condena al hombre que le dirigió insultos racistas en un partido de La Liga entre el Espanyol y el equipo rojiblanco en enero de 2020. El acusado ha aceptado una pena de un año de prisión y una multa de 1.080 euros por un delito contra los Derechos Fundamentales y las Libertades Públicas.
Prohibición de acudir a estadios
La sentencia, dictada en la Audiencia Provincial de Barcelona, incluye además la prohibición de trabajar en el ámbito deportivo durante cuatro años y de entrar en cualquier estadio de fútbol durante dos. El procesado reconoció los hechos y se mostró conforme con la condena, por lo que su abogada ha solicitado la suspensión de la pena de cárcel al no tener antecedentes.
Gestos y gritos vejatorios
Los hechos ocurrieron el 25 de enero de 2020, en el RCDE Stadium, cuando Williams fue sustituido. Un grupo de aficionados, entre los que se encontraba el condenado, profirió gritos racistas y realizó gestos que imitaban a primates. Según la Fiscalía, estos actos demostraban un “evidente desprecio al color negro de la piel del jugador”, causándole frustración, vergüenza y humillación.
Amplio impacto mediático
En el estadio había más de 27.000 espectadores, mientras que la retransmisión del encuentro alcanzó a más de 209.000 telespectadores, además de oyentes de radio y una repercusión notable en redes sociales.
Peticiones iniciales más duras
La Fiscalía había solicitado inicialmente dos años de prisión, cinco de prohibición para entrar a estadios y una multa de 5.400 euros. La Liga, que denunció los hechos ante la Fiscalía de Barcelona, pidió en un primer momento la misma pena. Finalmente, el acuerdo rebaja la condena tras el reconocimiento de culpabilidad del acusado.
