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Eduardo Martínez es el gerente del Real Automóvil Club Vasco Navarro y recuerda que desde el inicio del año, casi 1.500 conductores han sido sancionados por estacionar en zonas restringidas. Pero sin saber que habían perdido sus tarjetas de residente. Además, aproximadamente 4.500 personas han quedado afectadas por la nueva medida de movilidad del Ayuntamiento de Bilbao.
Un cambio normativo polémico
Según Martínez, el Ayuntamiento de Bilbao ha tomado decisiones sin la suficiente comunicación a los afectados. El cambio en la normativa de la OTA se realizó a finales de diciembre, pero muchos ciudadanos no fueron informados adecuadamente: «El derecho de aparcar bajo tu casa no se puede modificar de manera arbitraria sin una comunicación fehaciente». Este error en la gestión ha provocado una gran incertidumbre y ha afectado gravemente la seguridad jurídica de los bilbaínos.
El RACVN ha instado a los afectados a buscar amparo en el Ararteko, ya que considera que el derecho a la movilidad «es un derecho constitucional que ha sido vulnerado en este caso».
¿Qué ha hecho el Ayuntamiento?
El cambio de normativa en la OTA de Bilbao afecta a los conductores con tarjetas de residente para aparcar en zonas cercanas a sus viviendas. Pero fue aprobado sin el debido aviso. Como resultado, las personas afectadas se han encontrado con sanciones que a menudo han sido notificadas con meses de retraso. «El Ayuntamiento reconoce que cometió errores en la comunicación, pero no ha retirado las sanciones», afirma Martínez.
A pesar de reconocer que la gestión de la normativa ha sido deficiente, las autoridades locales no han dado marcha atrás. Y ello ha generado malestar entre los bilbaínos: «En vez de corregir el error, el Ayuntamiento sigue sancionando a los ciudadanos sin brindarles una solución efectiva». Y además sólo dan dos tarjetas de residente por hogar «sin tener en cuenta que hay familias en las que tres o más miembros necesitan el coche para ir a trabajar».
Consejos para los afectados
Eduardo Martínez ha explicado los pasos que deben seguir los ciudadanos que hayan recibido una sanción. El primer paso es presentar un pliego de descargo ante el Ayuntamiento. En él deben detallarse las razones por las cuales la sanción debe ser anulada. Si esta solicitud no es atendida, la siguiente opción sería impugnar la sanción en el juzgado a través de un contencioso administrativo, aunque esto implica un costo adicional para los afectados.
Sin embargo, muchas personas no tienen los recursos suficientes para emprender este tipo de acciones legales. Por ello, desde el Real Automóvil Club Vasco Navarro, se ha propuesto denunciar ante el Ararteko, el defensor del pueblo vasco, para que se valore la vulneración de los derechos de los ciudadanos.
Indefensión para los conductores
En cuanto a las consecuencias económicas que sufren los conductores bilbaínos, Eduardo Martínez asegura que «el sistema de movilidad está generando una discriminación entre los barrios y las clases sociales. Las sanciones afectan principalmente a los ciudadanos que no pueden permitirse vehículos híbridos o eléctricos». Y hace hincapié en que «la gestión del Ayuntamiento está perjudicando a los bilbaínos de manera injusta».
El Real Automóvil Club Vasco Navarro ha expresado su disposición para ayudar a todos aquellos que se vean afectados por las sanciones de la OTA. Y defender el derecho de los ciudadanos a estacionar en sus zonas correspondientes con una solución justa y rápida: «Defenderemos siempre los derechos de los automovilistas frente a políticas que consideramos abusivas«.
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