Cultura
El fotógrafo de viajes Gonzalo Azumendi, vecino de Getxo, ha recibido el Premio Nacional 2025 al Mejor Libro de Fotografía por «Universo Azumendi», una obra de casi dos kilos que reúne más de cuarenta años de trabajo y que se ha convertido en un volumen de referencia para quienes aman la fotografía y los libros de viaje.
Azumendi nos ha contado que la noticia del premio le llegó en plena selva amazónica, durante un trabajo fotográfico en Perú. Mientras en Madrid se celebraba la gran gala, él seguía navegando por el río bajo la lluvia, intentando enviar un vídeo de agradecimiento sin apenas cobertura.
Un libro íntimo, humanista y con toques de surrealismo
«Universo Azumendi» no es un libro de viaje al uso. El propio autor ha subrayado que no ha querido recopilar solo paisajes o postales de destinos lejanos, sino imágenes más íntimas, personales y llenas de emociones.
Las páginas del volumen reúnen retratos, escenas cotidianas y lugares misteriosos que, según define, son «fotos con pregunta», fotografías que invitan a detenerse y a imaginar la historia que hay detrás de cada mirada o de cada gesto. El recorrido visual transita entre el humanismo y el surrealismo, con un fuerte componente poético.
Azumendi ha insistido en que el libro recoge aquello que todos los creadores llevan dentro y que muchas veces queda fuera de los encargos comerciales. Es su manera de mostrar el lado más personal de una carrera que le ha llevado a trabajar para medios y entidades como National Geographic, UNESCO o Lonely Planet.
Cuarenta años de viajes por cinco continentes
El fotógrafo ha viajado durante décadas por los cinco continentes, con especial presencia en Asia y en Hispanoamérica, regiones a las que regresa una y otra vez. El idioma compartido, la complicidad cultural y esa mezcla de alegría y cortesía que ha encontrado en muchos países latinoamericanos se reflejan en sus retratos.
Azumendi ha destacado el modo de hablar de muchas personas que ha conocido en América, con expresiones formales y un tono lleno de cariño que le recuerdan al modernismo de Rubén Darío. Esa forma de relacionarse, ha dicho, se nota en la expresión de las personas que retrata y en la manera en que se acercan a la cámara.
En el libro aparecen escenas captadas en pueblos remotos, grandes ciudades, desiertos, selvas y costas de todo el planeta. No faltan tampoco momentos vividos cerca de comunidades aisladas, como las tribus no contactadas del Amazonas, con las que ha mantenido siempre una distancia respetuosa, siguiendo las indicaciones de los guías y las autoridades locales.
El estudio de Neguri, archivo de millones de imágenes
Nos hemos desplazado al estudio de Neguri donde Azumendi guarda un archivo que suma millones de fotografías. Entre copias en papel, pósters y carteles de antiguos trabajos, el autor ha confesado que la parte más difícil del proyecto ha sido precisamente elegir qué imágenes iban a entrar en el libro.
El punto de partida llegó durante la pandemia, cuando la 2 de Televisión Española le propuso participar en el programa «Detrás del instante». Sin posibilidad de viajar, el fotógrafo comenzó a revisar su archivo para seleccionar las fotos del espacio y ha tomado conciencia del material que tenía acumulado después de tantos años.
A partir de ahí, nació la idea de hacer un libro propio, después de una vida dedicada a realizar publicaciones para otras personas y entidades. Azumendi ha admitido que, por sí solo, le habría resultado imposible escoger entre tantas fotografías y ordenar un relato coherente.
Un trabajo coral: editores, retoque y diseño
Para dar forma a «Universo Azumendi», el fotógrafo ha contado con la implicación de la compañía Artefacto, liderada por Ricky Dávila, que se ha encargado de la edición y la dirección del proyecto. El equipo ha trabajado mano a mano con Azumendi para construir una narrativa visual que resumen su forma de mirar el mundo.
En el proceso también han participado la especialista en retoque Eukene Olague, responsable de la posproducción de las imágenes, y el diseñador Nacho Carrasco, autor del diseño del volumen. Azumendi ha puesto en valor este trabajo coral y ha asegurado que el libro no habría existido sin esa red de aliados.
El resultado es un volumen de gran formato, pensado para disfrutarse con calma, página a página, y que concentra décadas de viajes, encuentros y emociones en un solo objeto.
Una autoedición cuidada y una futura celebración en Bilbao
Azumendi ha optado por la autoedición para mantener el control sobre cada detalle del libro, desde el tipo de papel hasta la calidad de la impresión. Ha explicado que, al acudir a una gran editorial, habría tenido que renunciar a parte de esa exigencia para ajustar costes, algo que no encajaba con la naturaleza del proyecto.
Por eso ha decidido editar «Universo Azumendi» desde su propio estudio y distribuirlo principalmente a través de su página web y de canales directos con el público. La obra se presenta como un libro de coleccionista, robusto y pensado para durar, que el propio autor define como un compendio de «belleza del mundo» y «fascinación por la vida».
Aunque Azumendi no ha podido estar en la gala de Madrid, el fotógrafo ha avanzado que el premio se entregará en una cita especial en Bilbao, vinculada a otras actividades de fotografía. Hasta que llegue ese momento, el libro sigue encontrando nuevas miradas desde las estanterías de su estudio de Neguri y desde los hogares de quienes ya se han llevado a casa este particular universo visual.
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