Ciencia y salud
Esta semana ha sido detenido un pirómano en Getxo por la quema de 7 contenedores y 7 coches. Al hombre, que contaba con antecedentes por incendios, robos y hurto en Getxo, se le atribuyen dos incendios intencionados en menos de tres días, pero el arrestado quedó en libertad. Esto se debe a que los jueces no disponen de herramientas para su permanencia en prisión. Algo similar a lo que ocurría en Aste Nagusia con carteristas y muchos delincuentes que tras ser detenidos, inmediatamente quedaban en libertad con posibilidad de reincidir.
Para conocer más acerca de este problema, hablamos con el juez decano de Bilbao, Aner Uriarte. «Con las leyes que tenemos es muy complicado, para los delitos que no sean graves, practicar una justicia inmediata», explica Aner, añadiendo que «se ha decidido por todas las fuerzas políticas que la prisión provisional sea la última posibilidad». El juez decano insiste en que «no hay una solución inmediata» y comprende «la frustración de las fuerzas policiales».
Requisitos para la prisión provisional
«Para ingresar a alguien en prisión, primero tiene que pedirlo alguien. Una parte que acuse, y si el Ministerio Fiscal no lo pide, no se puede ingresar a nadie en prisión. En segundo lugar, el delito tiene que llevar aparejado una pena de prisión superior a dos años. La medida cautelar tiene que responder alguna de las finalidades que abarca la ley como un riesgo de fuga, evitar que el delincuente destruya pruebas o haya riesgo de incidencia».
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