El Polideportivo de Begoñazpi Ikastola se ha convertido en un gran escaparate de talento, creatividad y reflexión personal con motivo del Día del Proyecto Personal, una jornada en la que el alumnado de 4º de ESO ha presentado en público los trabajos que resumen sus intereses, inquietudes y posibles caminos de futuro.
Un espacio para mostrar vocaciones e intereses
En total, alrededor de 110 alumnos y alumnas de cuarto curso de la ESO han participado en esta feria, organizada en formato de stands y abierta también a otros cursos del centro. El objetivo ha sido compartir los proyectos personales, explicar los procesos de investigación y mostrar cómo cada estudiante ha profundizado en un ámbito que le motiva especialmente.
Creatividad, estética y expresión artística
Entre los proyectos presentados ha destacado el de Claudia Delgado, que ha desarrollado «El brillo del encanto», una guía general de maquillaje pensada para orientar a personas que quieren iniciarse en este ámbito, con recomendaciones según el tipo de piel, el uso de productos y la presión comercial del sector.
La música también ha tenido un papel protagonista con propuestas como la de Oian Barberena, que ha compuesto una canción propia con guitarra eléctrica y amplificador. Su trabajo ha unido creación musical, constancia y aprendizaje técnico, apoyado por su profesorado y su entorno familiar.
En el ámbito musical, Ara Monasterio ha investigado el género del bolero, analizando letras, emociones y contextos culturales a partir de canciones clásicas como «Piensa en mí» o «Historia de un amor», demostrando cómo estilos tradicionales siguen conectando con las nuevas generaciones.
Deporte, tradición y nuevas miradas
El deporte ha estado muy presente en la feria. Denis Etxeberri ha presentado un proyecto centrado en el surf, abordando su historia, cultura y posibles viajes temáticos a nivel mundial, europeo, estatal y en Euskal Herria, con referencias directas a enclaves como Mundaka.
La tradición vasca también ha encontrado su espacio con el trabajo de Olatz Barberena, que ha diseñado vestuarios innovadores para Herri kirolak utilizando materiales reciclados. Su propuesta busca dar visibilidad y atractivo a estas disciplinas entre la juventud, sin perder su esencia cultural.
Empresa, ciencia y compromiso social
La vertiente emprendedora ha llegado de la mano de Eñaut Amorebieta, creador de una marca deportiva ficticia, con productos, precios, cálculos económicos y una web simulada. Un proyecto que ha permitido trabajar conceptos de empresa, marketing y viabilidad económica.
En el ámbito de la salud, Ager Murciego ha investigado la recuperación muscular tras el ejercicio físico, elaborando un libro divulgativo sobre la importancia de la nutrición, los suplementos y el trabajo conjunto con profesionales como fisioterapeutas y nutricionistas.
La ciencia aplicada y la seguridad han protagonizado el proyecto de Ione Mota, que ha diseñado un chaleco salvavidas inteligente con GPS, sistemas de calor corporal y activación automática, pensado para mejorar la seguridad de personas con miedo al mar.
Mirada crítica y valores
La feria también ha incluido proyectos con una fuerte carga social y ética, como el stand impulsado por Naia y Oihane, centrado en el apoyo a Palestina, donde han explicado el proceso de investigación y la necesidad de sensibilizar desde el ámbito educativo.
La visión del profesorado
El jefe de estudios de Secundaria y Bachillerato de Begoñazpi, Merkat Bernaola, ha explicado que el centro trabaja desde hace años con el Programa de Años Intermedios (PAI) del Bachillerato Internacional, un modelo que combina el desarrollo académico con la formación personal y social del alumnado.
Según ha señalado, el proyecto educativo de Begoñazpi se apoya en dos grandes pilares: el recorrido formativo y el ámbito educativo compartido con las familias, con el objetivo de formar ciudadanos y ciudadanas críticos, comprometidos y preparados para su futuro vital y profesional.
El responsable académico ha subrayado que este tipo de iniciativas permiten al alumnado conectar el aprendizaje con problemas reales, fomentando la creatividad, la empatía y el compromiso social desde edades tempranas.
Una etapa clave en el crecimiento del alumnado
Bernaola ha explicado que el paso por la Secundaria supone un cambio profundo para el alumnado, tanto a nivel académico como personal. Desde su llegada en primero de ESO hasta el final de la etapa, los y las estudiantes experimentan una evolución visible que culmina con este tipo de proyectos, donde reflejan su madurez y su visión de futuro.
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