

En EgunOn Bizkaia hablamos con Cristian Urzanki, representante de LAB, después de que Gaztetxo Eskola haya alcanzado un acuerdo con la plantilla de BBK Klima (Busturia). El pacto ha evitado el juicio que se había señalado para finales de septiembre-principios de octubre y ha contemplado indemnizaciones y readmisiones para las personas afectadas.
El conflicto iniciaba en el mes de junio, cuando la empresa Ortzadar dejó de prestar el servicio y Gaztetxo Eskola asumía la adjudicación. Según ha explicado Urzanki, la nueva adjudicataria no avisó a las personas fijas discontinuas de su incorporación ni aplicó la subrogación correspondiente, lo que desataba una cadena de movilizaciones. Durante julio, las y los trabajadores han mantenido concentraciones y han levantado una acampada de tres días, una dinámica que ha visibilizado el conflicto y ha presionado a la empresa para sentarse a negociar.
El acuerdo alcanzado con la empresa recoge ahora la readmisión de quienes han querido volver a su puesto y fija indemnizaciones para el resto por el tiempo que debían haber trabajado (los meses de verano en el servicio), después de que la empresa planteara inicialmente ofertas de 300 y 500 euros que la representación sindical rechazó. Urzanki ha señalado que un par de personas ya han retomado su actividad y que la mayoría ha cobrado ya la cantidad acordada.
Buena parte de la plantilla ha estado compuesta por jóvenes (en torno a 18–20 años), que, pese a su vulnerabilidad por la falta de experiencia, han seguido adelante con la defensa de sus derechos laborales. La movilización ha recibido el respaldo de Busturiako Udala, de Busturia Aldea y de diferentes agentes sociales y delegadas/os sindicales.
Según el sindicato, BBK Klima y Bizkaiko Foru Aldundia han eludido implicarse en el conflicto al considerar que se trataba de un problema de subcontratación. LAB ha reclamado asumir responsabilidades en un servicio financiado con dinero público y ha denunciado prácticas que se han repetido en distintos «udalekus».