Las óperas de Richard Strauss. Una mirada del compositor al pasado

Margarita Lorenzo de Reizabal

Podcast Cultura

Las óperas de Richard Strauss. Una mirada del compositor al pasado

Banner de BEC en Bilbao

Pionero de las vanguardias y exponente del neoclasicismo, Richard Strauss es modernidad y tradición. Tras la originalidad de sus poemas sinfónicos y los escándalos provocados por las transgresoras óperas Salome y Elektra, vuelve nostálgicamente la mirada al pasado con un estilo camaleónico y una lectura renovada de las estéticas barroca y clásica, en la que el mito recobra protagonismo.

Aunque solo dos años separan Elektra de Der Rosenkavalier, la diferencia no puede ser más abismal. Junto a Richard Strauss (Múnich, 1864 – Garmisch -Partenkirchen, 1949) su fiel colega Hugo von Hofmannsthal (Viena, 1874 – 1929) repite como libretista, quien sitúa esta obra de sabores mozartianos alrededor de 1740, en la Viena de la emperatriz María Teresa. Después de describir crudamente las angustias y obsesiones de la psique humana en sus obras anteriores, libretista y músico ahora apuestan por una comedia musical en tres actos de carácter ligero que retrataba a la sociedad rococó a modo de deliciosa farsa de equívocos. A pesar de la aparente superficialidad de la comedia, Der Rosenkavalier (1911) en el fondo conlleva una profunda reflexión sobre el paso del tiempo, además de presentar una visión del pasado desde la perspectiva del siglo XX, tanto en lo literario como en lo musical.

Nuevamente la orquesta es la gran protagonista, realizando una nostálgica y tierna mirada al pasado a ritmo de vals, con cierto guiño estilístico a la ópera buffa y a la opereta, y sin olvidar la fuerte herencia romántica experimentada en los poemas sinfónicos. La línea de canto recupera toda su expresividad, con momentos conmovedores.

Un año después de Der Rosenkavalier, literato y músico estrenan Ariadne auf Naxos, comedia musical en un prólogo y un acto cuya versión definitiva se aplazará hasta 1916. La pieza retrocede nuevamente para indagar en la época barroca, y es una síntesis estilística en la que confluyen elementos de la ópera buffa –con personajes de la commedia dell’arte–, del Singspiel alemán y del vodevil francés. El argumento no puede ser más disparatado: un rico vienés ofrece una representación de una ópera seria –Ariadna en Naxos– y de una pieza de commedia dell’arte.

La mezcla de personajes mitológicos y heroicos con máscaras bufas ofrecía un enorme juego teatral, que no iba a ser desaprovechado por el imaginativo Strauss. Los lamentos de la abandonada Ariadne, de profunda solemnidad, se entremezclarán con las locuras de los personajes cómicos, y Zerbinetta animará a la heroína despechada para que ahogue las penas en los placeres de la vida en una de las arias de coloratura más impresionantes del repertorio.
Ariadne auf Naxos no solo es una de las creaciones más originales del género lírico, sino que, además, conquista al oyente por el ingenio de poeta y compositor para representar el teatro dentro del teatro y realizar una divertida disección satírica de la ópera seria y la buffa. Ambos logran una auténtica simbiosis entre tragedia y comedia, recurriendo a los elementos de una y otra, y fusionando la sucesión de recitativos y números cerrados propios del estilo barroco con escenas sin fisuras en el nuevo estilo por ellos creado un año atrás.

En 1919, y también con libreto de Hofmannsthal, sube por fin a escena Die Frau ohne SchattenLa mujer sin sombra– tras un largo proceso de gestación provocado por la crítica situación política europea. La acción se sitúa en un lugar y época legendarios, en el que dos parejas pertenecientes al mundo de los humanos y al de los espíritus deben realizar varias pruebas. Llena de numerosos elementos simbólicos, la ópera es una obra ambiciosa en lo musical y una reflexión poética sobre la importancia del amor y la compasión universal. La orquesta alcanza enormes proporciones, con gran protagonismo de los vientos y la percusión, y con la participación de instrumentos de carácter exótico como los gongs chinos, el tam-tam o las campanillas. De esta manera, Strauss representa un cosmos enigmático y trascendental en el que la lucha entre el mundo espiritual y el humano cobra dimensiones sonoras apoteósicas en clara concordancia con el libreto.

El papel de la Emperatriz, escrito para soprano, es comparable al de la wagneriana Brünnhilde, tanto en la dificultad vocal y teatral como en la intensidad psicológica. El personaje fluctúa entre la condición humana y la divina, con todos los sufrimientos y dudas existenciales que ello provoca.

Desgraciadamente, la muerte prematura de Hugo von Hofmannsthal permitió solamente una última colaboración con Strauss en Arabella, comedia lírica en tres actos estrenada en 1933. Nuevamente la acción se sitúa en Viena, aunque en 1860. Tras el aparente ambiente frívolo de la ciudad de los valses, se esconde la crítica realizada por libretista y compositor hacia el antiguo imperio austrohúngaro, concentrada en la figura de Mandryka, rico joven que acepta el matrimonio con Arabella organizado por el padre de ésta para sacarlos de la ruina. Procedente de Croacia, Mandryka refresca el viciado ambiente de la corrupta sociedad con sus sencillos y sentidos cantos populares.
Arabella reconoce en el joven al amor verdadero y se queda prendada de su naturaleza no contaminada. Voces e instrumentos describen uno y otro ambiente con la maestría que caracteriza a Strauss, y la profundidad psicológica siempre presente en la obra de Hofmannsthal.


Si te gusta La Traviata, suscríbete en nuestros canales de podcast:

Y sigue a Radio Popular en las redes sociales:

  • Sigue todas las noticias de Bilbao y Bizkaia en nuestro Facebook
  • Conoce la radio desde dentro en nuestro Instagram
  • Los titulares y los bacalaos del Athletic al minuto en X
  • Revive los mejores bacalaos en YouTube
  • Recibe las actualizaciones de nuestra programación y nuestras noticias en nuestro canal de Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *