En nuestro Oye Cómo Va hemos contado hoy con Aitor Larrazabal. El ex león se ha dado una vuelta por la Cafetería La Fábula y ha repasado con nosotros la actualidad del Gernika Club, equipo al que dirige esta temporada, o cómo le va a su hijo Gaizka en el Zaragoza. Pero también, y sobre todo, el momento de un Athletic que ha comenzado la campaña de manera más que estimulante. Después de siete jornadas, los rojiblancos ocupan la tercera plaza, por lo que tienen en su poder uno de los cuatro billetes para disputar la Champions…… si la temporada terminara ahora.
En todo caso, en su opinión, nos encontramos ante «uno de los arranques más interesantes desde hace muchísimos años», a la vez que entiende que ya el propio hecho de luchar hasta el final por Europa sería «un logro total». A la hora de analizar este nuevo Athletic de Valverde, lo primero que destaca es «el coraje de volver y dirigir al equipo por tercera vez». Y, ya metidos en cuestiones más técnicas, añade que el Txingurri «prometió rock and roll y tenemos rock and roll. Es un cóctel explosivo, estimulante y alegre. Estamos cachondos con el equipo».
De lo colectivo a lo individual
En la charla han salido a la palestra, además, varios nombres propios. Pero, a la hora de quedarse con uno sólo de los leones, su respuesta es clara: «Sancet, por su capacidad para adaptarse con Marcelino como segundo delantero y ahora como segundo centrocampista, y además dando un nivel importante». Otro jugador que está destacando en este comienzo de temporada, y no sólo en el Athletic, sino también en la selección española, es Nico Williams. «No me sorprende, ya avancé que tenía más prestaciones que su hermano. Lo más importante es sacar chispas a esas fortalezas que sabes que tienes».
Respecto a Iñigo Martínez y el culebrón sobre su renovación, Larrazabal habla de «maniobra para intentar desestabilizar al equipo. Su sitio es el Athletic y ojala siga». En caso contrario, y aunque fuera ya un hecho que no va a prolongar su vinculación con el club, el ex león afirma categórico que no dejaría en la grada a nadie que estuviera en una situación contractual así: «hay que estrujarle hasta la médula». Y preguntado por si, como creen algunos, un futbolista podría «despistarse» en caso de tener un acuerdo con otro club, Aitor va aún más allá: «si un jugador que defiende los intereses del Athletic no mete la pierna, sería para colgarle en el puente de Deusto».
Renovaciones y ventas
Al hilo de las renovaciones pendientes, y lo que pueda suponer para las no del todo boyantes arcas del Athletic, Larrazabal se muestra tajante: «los contratos largos no me parecen positivos porque los jugadores entran en la zona de confort, los estímulos no aparecen de la misma manera. Yo haría ver a los jugadores todo lo que el Athletic ha invertido en ellos, que sean conscientes. Pero tendría cierta calma todavía y ver cómo se desarrolla la temporada, que aquí somos muy de lanzar las campanas al vuelo y luego nos caen en la cabeza«.
Y en el caso de que fuera definitivo que un jugador no quiere continuar, el ex lateral tira de pragmatismo: «habría que sacar algo por alguien que se quiera marchar, no podemos permitirnos el lujo de que alguien se vaya y que el Athletic no gane nada a cambio». Pero también cabría la posibilidad contraria, y más en momentos en los que los clubes ven cómo se ha reducido de manera notable su cuenta corriente: «quizá haya que vender algún jugador si no hay dinero suficiente para pagar a todo el mundo. Ahora mismo, los contratos y los salarios que hay en el fútbol en general, y en el Athletic en particular, son demasiado elevados«.
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