La temporada invernal ha traído consigo el regreso de los virus respiratorios, y con ellos, el protagonista indiscutible de cada invierno: la gripe. Este año, los expertos en pediatría, infectología y vacunología han presentado un documento de consenso para reducir la incidencia de la gripe en niños y adolescentes, dado el aumento preocupante de hospitalizaciones e ingresos en unidades de cuidados intensivos (UCI) debido a esta enfermedad. La conversación se ha emitido en el programa EgunON Magazine.
La gripe, más grave de lo que pensábamos
El doctor Ignacio Salamanca, vocal del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, ha hablado sobre el aumento de la gravedad de la gripe entre los más jóvenes. Tradicionalmente, se ha considerado que la gripe afecta principalmente a personas mayores, pero en los últimos años, los casos de niños ingresados por complicaciones de la gripe han aumentado de manera alarmante.
«El impacto de la gripe en los niños ha aumentado, con casos graves que antes no se registraban con tanta frecuencia», comenta el doctor Salamanca. Se ha observado que los niños, especialmente los menores de 5 años, tienen una carga viral mucho mayor que los adultos, lo que los convierte en los principales transmisores de la enfermedad.
La vacuna: una herramienta crucial para prevenir complicaciones
El aumento de las hospitalizaciones ha llevado a la recomendación de una vacunación universal para niños. «Tenemos una vacuna disponible para los niños menores de 5 años, y ahora vemos que necesitamos ampliarla a toda la edad pediátrica», explica Salamanca. Esta medida preventiva ha demostrado ser eficaz en la reducción de las complicaciones graves asociadas a la gripe.
La diferencia entre la vacuna pediátrica y la de los adultos radica en la fórmula intranasal utilizada en los menores de 2 años, que no requiere inyecciones y tiene una eficacia similar o superior a la vacuna tradicional. Además, se destaca que la vacuna también tiene un efecto positivo sobre el sistema inmunitario, ayudando a los niños a mejorar su respuesta ante otros virus.
Los niños como vectores de transmisión
La gripe tiene una particularidad: los niños son «bombas de transmisión», según Salamanca. «Cuando un niño estornuda, puede estar expulsando cuatro veces más virus que un adulto», advierte. Esto hace que sean los primeros en contraer la gripe y los primeros en transmitirla. Además, después de superar la enfermedad, los niños continúan transmitiendo el virus durante dos o tres semanas.
El impacto no solo se refleja en las complicaciones inmediatas de la gripe, sino también en las secuelas a largo plazo. «La gripe puede debilitar tanto el sistema inmunitario de los niños que, tras recuperarse, tienen más probabilidades de contraer otros virus», comenta el experto. Esto explica por qué muchos niños sufren múltiples infecciones durante el invierno.
Medidas preventivas y protección para las familias
El doctor Salamanca también ha recomendado medidas adicionales para prevenir la propagación de la gripe, como el uso de antitérmicos, una buena hidratación y la vigilancia del estado general del niño. En caso de complicaciones como tos persistente, dolor de garganta o dolor de oído, es importante consultar a un médico.
«Lo más importante es vacunar a los niños para evitar complicaciones graves y hospitalizaciones», concluye Salamanca, subrayando que los datos de los últimos años muestran una clara diferencia entre los niños vacunados y no vacunados en términos de ingresos hospitalarios.
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