Social y religión
El miércoles 8 de marzo la Diócesis de Bilbao ha reconocido, en un acto institucional presidido por Mons. Joseba Segura, Obispo de Bilbao, a ocho mujeres que representan diversos ámbitos con motivo del 8M. En Esta V Edición, se ha querido visibilizar a las mujeres que, en su labor y servicio diario, realizan acciones vinculadas a promover los retos fundamentales del VI Plan Diocesano de Evangelización: anunciar, celebrar, servir y su aportación a la comunidad. Pili Carcía y Ana Rosa Barrios son dos de las ocho mujeres reconocidas. «La historia de la Iglesia está construida a través de las huellas de muchas mujeres».
Pili García
Pili García, comprometida con su parroquia y con el municipio de Erandio, ha sido voluntaria de Cáritas. Actualmente, comprometida con el ámbito de la Paz y la Reconciliación.
Pili comenta que «a mí me lo comunicó Manu Moreno, Delegado de Caridad y Justicia. Me gustó porque creo que ya era hora de que se reconociera a las mujeres en la Iglesia aunque esta es la V edición. No solamente por mí sino por el trabajo que a lo largo de la historia han hecho tantas mujeres en la Iglesia y que no ha sido reconocido. Ha sido un acto emocionante por el hecho de reconocer una tarea realizada por mujeres».
Pili añade que «la historia de la Iglesia está construida construida a través de las huellas de muchas mujeres. Hay muchas huellas que no tienen nombre ni rostro. Cuando voy a la misa dominical en mi parroquia casi un 80% son mujeres, cuando veo las catequistas es casi el 100%, cuando veo las mujeres que limpian la parroquia son mujeres. En las parroquias el papel principal es de lo curas. Les tengo mucho respeto. De hecho, si yo estoy aquí haciendo tarea es porque en algún momento los sacerdotes confiaron en mí».
«Se va avanzando. Creo que la Iglesia es la única institución que queda por dar el paso firme de reconocimiento a las mujeres. Debe abordar el papel de la mujer en la Iglesia. Se necesitan más mujeres en los cargos de decisión de la Iglesia porque tenemos una mirada diferente, no es que seamos mejores», destaca Pili.
Ana Rosa Barrios
Ana Rosa Barrios, comprometida en su comunidad cristiana de Zornotza desde que llegó de Venezuela. Forma parte del equipo de Anuncio y Catequesis.
Ana Rosa reconoce que «me quedé perpleja cuando desde Cáritas me comunicación que iba a recibir este reconocimiento. Me pregunté… Por qué a mí… soy una simple catequista venezolana que llegué hace cuatro años? En el acto he leído un cuento con un mensaje de que todos somos iguales, no hay distinción de lo que hace el hombre y o que hace la mujer. Ya era hora de este reconocimiento pero son buenos pasos que se van dando».
Ana Rosa recuerda que «en Venezuela yo era maestra y catequista. Gran parte del trabajo lo hacen las mujeres. Desde que estoy en Amorebieta solo hay plantilla de chicas con el acompañamiento del sacerdote. Pero hay cambios aunque nos falta mucho. Hay que ir caminando con ellos y apoyándolos».
«Que se sigan haciendo actos como este y que se de visibilidad a la mujer en la Iglesia. Hay que dar pasos más valientes si queremos continuar como Iglesia», concluye Pili.
«Agradecida de que me hayan aceptado en esta sociedad. Invito a que sigamos teniendo voz todas las mujeres en todos los ámbitos, no solo en la Iglesia», concluye Ana Rosa.
El acto de la Diócesis de Bilbao, presidido por Mons. Joseba Segura, Obispo de Bilbao, se ha celebrado en el Salón de Actos de la parroquia de El Carmen de Indautxu. Las mujeres reconocidas han recogido la huella pintada, realizada por el artista Toño Valdivieso, en nombre de muchas otras que son el motor de nuestras comunidades.
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