El equipo del programa EgunOn Magazine, en su sección TOURrescusa, se ha desplazado hasta la margen izquierda para adentrarse en la historia industrial de Bizkaia. En concreto, han visitado Rialia, el Museo de la Industria ubicado en Portugalete. Para comprender la magnitud de este espacio, nacido en 2006, han conversado con Estibaliz Freije, concejala del Ayuntamiento de Portugalete, y Arantxa Pereda, coordinadora de Rialia.
Agua, hierro y acero
Durante la entrevista, Estibaliz Freije ha definido la esencia del museo en tres conceptos clave: «Agua, hierro y acero». Ha explicado que el agua representa a la Ría como canal de comunicación y transporte; el hierro hace referencia al enclave privilegiado frente a la antigua zona de Altos Hornos y los cargaderos de mineral; y el acero simboliza la transformación vivida en las grandes industrias y astilleros de la zona.
La concejala ha destacado que estamos ante un «enclave privilegiado», situado junto al Puente Colgante, patrimonio de la humanidad, y frente a la actual acería compacta, manteniendo viva la memoria de lo que fue el corazón industrial de Euskadi.
Una renovación centrada en las personas
Por su parte, Arantxa Pereda ha detallado el proceso de rehabilitación que ha vivido el museo en 2023. Ha señalado que el objetivo principal ha sido reorientar el discurso expositivo para otorgar el protagonismo a las personas. Según ha relatado, se ha buscado dar voz a los hombres y mujeres que trabajaron en esas grandes siderurgias.
La coordinadora ha explicado que la nueva propuesta museística apuesta por una experiencia sensorial. A través de lo que se puede tocar, oír y ver, el visitante ha podido experimentar una transformación, alejándose de un modelo estático para convertirse en un «museo vivo». Freije ha añadido que este cambio era necesario para que las nuevas generaciones, que no han conocido aquel paisaje industrial de hace 30 años, comprendan el duro trabajo de sus antepasados.
Un recorrido de arriba a abajo
Las invitadas han guiado a los oyentes a través de las cuatro plantas del edificio. Arantxa Pereda ha descrito el itinerario descendente:
- Cuarta planta: Ofrece una visión de Portugalete con un importante fondo fotográfico histórico cedido por la Fundación El Abra y unas vistas de 360 grados de la villa.
- Tercera planta: Dedicada al mundo obrero, recoge testimonios en primera persona y elementos artísticos del pasado industrial.
- Segunda planta: Alberga el patrimonio artístico con fondos de Altos Hornos, Babcock Wilcox y la colección municipal.
- Primera planta: Destaca una maqueta de Altos Hornos con dispositivos retroiluminados.
De cara al futuro, ambas han coincidido en la importancia de la digitalización y la creación de una sala inmersiva para seguir atrayendo tanto al público escolar como al turismo internacional.
