El ciberataque a escala global del pasado viernes ha afectado ya a más de 200.000 ordenadores en 150 países. El virus responsable, WannaCry, está basado en EternalBlue, una aplicación que desarrolló la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense para espiar ordenadores equipados con el sistema operativo Microsoft Windows, algo previsible por no pocos expertos. De hecho, Alejandro Suárez, nuestro invitado esta mañana, describió en El quinto elemento, publicado hace unos meses en Ediciones Deusto, los daños inminentes que los ataques informáticos pueden causar -tal y como estamos viviendo estos días- y de que son las agencias gubernamentales las que, con sus propios programas de espionaje, nos ponen en peligro.