Desde que la semana pasada supimos que el planeta Venus podía albergar vida, la pregunta ha cobrado más fuerza que nunca: ¿Estamos solos en el Universo? Esa es la gran cuestión que los humanos nos hemos planteado desde que comenzamos a mirar al cielo estrellado. Durante las últimas décadas asistimos a un extraordinario desarrollo científico y tecnológico que ha revolucionado la exploración espacial y la búsqueda de otras vidas en el Cosmos: seres vivos que podrían ser parecidos a los que habitan en la Tierra… o tal vez muy diferentes. El reto, en cualquier caso, es ser capaces de detectarlos. Actualmente, la investigación en astrobiología busca señales de vida en Marte y otros planetas, en varios satélites, entre ellos Europa y Titán, y en los cuerpos menores del Sistema Solar. Carlos Briones, doctor en Ciencias Químicas en la especialidad de Bioquímica y Biología Molecular, es investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Centro de Astrobiología (centro mixto del CSIC y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, INTA, asociado al Programa de Astrobiología de la NASA), nos ha intentado alumbrar una respuesta con su último libro.
Desde que la semana pasada supimos que el planeta Venus podía albergar vida, la pregunta ha cobrado más fuerza que nunca: ¿Estamos solos en el Universo? Esa es la gran cuestión que los humanos nos hemos planteado desde que comenzamos a mirar al cielo estrellado. Durante las últimas décadas asistimos a un extraordinario desarrollo científico y tecnológico que ha revolucionado la exploración espacial y la búsqueda de otras vidas en el Cosmos: seres vivos que podrían ser parecidos a los que habitan en la Tierra… o tal vez muy diferentes. El reto, en cualquier caso, es ser capaces de detectarlos. Actualmente, la investigación en astrobiología busca señales de vida en Marte y otros planetas, en varios satélites, entre ellos Europa y Titán, y en los cuerpos menores del Sistema Solar. Carlos Briones, doctor en Ciencias Químicas en la especialidad de Bioquímica y Biología Molecular, es investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Centro de Astrobiología (centro mixto del CSIC y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, INTA, asociado al Programa de Astrobiología de la NASA), nos ha intentado alumbrar una respuesta con su último libro.