El líder del partido opositor israelí Yesh Atid, Yair Lapid, reconoció ayer la existencia de «numerosos obstáculos» en las conversaciones para intentar ensamblar un Gobierno en Israel y sacar del poder al ahora primer ministro en funciones, Benjamin Netanyahu.
«Hay numerosos obstáculos en el camino de la formación del nuevo Gobierno. Quizá eso sea bueno, porque tendremos que superarlos juntos. Es nuestra primera prueba», afirmó Lapid, quien recibió el mandato de manos del presidente, Reuven Rivlin, después de que Netanyahu no lograra formar una coalición.
Para analizar la situación política israelí, hemos hablado con Ignacio Álvarez-Ossorio, profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid. Álvarez Ossorio ha destacado la «aguda polarización política» y ha matizado que no se trata de bloques de izquierda o derecha sino de bloques «pro-Netanyahu y anti-Netanyahu». El profesor ha apuntado que se trata de «una alianza totalmente contra natura» y ha afirmado que Yair Lapid «está dispuesto a vender su alma al diablo» pactando con el «ultranacionalista y ultraliberal» Naftali Bennett. Por ello, el experto ha afirmado que «hasta que se conforme la coalición, no podemos dar por muerto a Netanyahu».