El secretario general de UGT Euskadi, Raúl Arza, ha afirmado que la reforma de las pensiones supone «un primer paso», pero ha advertido de la necesidad de aumentar los ingresos de la Seguridad Social. Además, ha reconocido que no entiende que se reclame una pensión mínima de 1.080 euros y ha apostado por acercarlas «lo más posible» al SMI.
Arza se ha referido así al hecho de que, tal y como está previsto, los agentes sociales vayan a cerrar en las próximas horas un acuerdo para reformar el sistema de pensiones.
En este sentido, Arza ha considerado que se trata de una reforma «necesaria y esperada» ya que, a su juicio, debe ser derogada la reforma de 2013, que las pensiones se actualicen en base al IPC y que se elimine el factor de sostenibilidad.
«Creo que lo vamos a conseguir y va a ser un gran día. Es un primer paso porque hay que seguir trabajando con el objetivo de que la Seguridad Social tenga recursos suficientes para próximos años», ha expresado.
Tras indicar que hasta la fecha «todas las reformas siempre han incidido en el recorte de las pensiones», ha apostado por buscar medidas para «aumentar los ingresos». «España tiene un problema de ingresos y las reformas tienen que incidir en esto», ha expresado, para añadir que todo ello debe venir acompañado de una reforma del mercado de trabajo.
Asimismo, ha destacado que uno de los objetivos de la reforma de pensiones pasa por incentivar a los trabajadores para que «alarguen la carrera laboral».
Ante las movilizaciones de los pensionistas que se llevan a cabo todos los lunes, Arza ha recordado que las protestas nacieron contra la revisión de las pensiones del Gobierno de Rajoy, pero luego se han sumado otras reivindicaciones como la de la tarifa de la luz.
«Nosotros lo que decimos es que es un sistema contributivo y no sé por qué debe haber una pensión mínima de 1.080. A nosotros nos gustaría más hablar de que se acercara lo más posible al Salario Mínimo Interprofesional», ha defendido.
MERCADO LABORAL
Por otro lado, ha apostado por revisar «todo el modelo de contratación» del mercado de trabajo, ya que «no puede ser que vaya mal o bien la economía, más del 90% de los contratos sean temporales».
«Hay un aumento progresivo en Euskadi de los contratos a tiempo parcial y eso incide en los ingresos de la Seguridad Social. Hay que buscar la medida para que las empresas pierdan el miedo a la contratación indefinida y a trabajos de naturaleza fija les corresponda un contrato fijo», ha expresado, para añadir que la contratación temporal debe existir, pero no una «contratación fraudulenta».
Asimismo, ha criticado la interinidad en la administración pública vasca, en muchos casos «en fraude de ley», y ha reclamado que se limite el recurso al funcionario interino y se busquen medidas para consolidar puestos de trabajo.
De este modo, ha pedido que se elimine la tasa de reposición que «permite que solo salgan a las Ofertas Públicas de Empleo las plazas que se amortizan por jubilación».
«Esta situación extraordinaria debe provocar que desaparezcan las tasas hasta que la temporalidad baje al 8%. Buscamos que después se puedan hacer grandes OPEs y concursos… Es una situación excepcional y no hay que actuar como si pasase nada. No puede ser que haya 60.000 trabajadores vascos interinos y que el Gobierno Vasco esté orgulloso de convocar mil plazas», ha criticado.
Al mismo tiempo, y tras advertir que «no puede ser que a la juventud le cueste tanto tiempo encontrar trabajo y sea con sueldos bajos y jornadas larguísimas», ha calificado de «drama» la situación que padecen los desempleados de más de 45 años.
Respecto a la posible implantación de la semana laboral de cuatro días, Arza ha recordado que «durante muchos años se pensó que las 35 horas eran un canto de sirena, pero se han impuesto en muchos sitios».
«Es una reflexión que tenemos que hacer a futuro. Si vamos a tener menos trabajo para todos podremos trabajar menos. Hablamos de reducciones de tres horas semanales para aquellos sectores que ya trabajan 35 horas», ha argumentado.
Por último, ha defendido que UGT considera que ese quinto día de trabajo no debiera ser «un día libre para el trabajador sino que se dedicara a la formación».