Desde hace días seguimos expectantes todas las novedades que llegan desde Kabul en lo que ya se considera una vuelta al régimen talibán en Afganistán. Hoy hemos hablado con Javier Yagüe, editor jefe de la Revista Internacional de estudios sobre terrorismo, en el día en el que hemos visto como el expresidente afgano Hamid Karzai y el principal negociador con los talibán, Abdulá Abdulá, se han reunido con representantes de la insurgencia, sin que haya trascendido por el momento la posibilidad de que las partes acerquen posturas de cara a una futura transición.
La toma de Kabul por parte de los talibán y la huída del país del presidente, Ashraf Ghani, dejó el domingo un vacío de poder que Karzai y Abdulá intentaron paliar al frente de un consejo de coordinación, si bien el vicepresidente primero, Amrulá Salé, reivindicó el martes que es él el mandatario legitimo.
La llegada a Afganistán de una delegación talibán encabezada por el ‘número dos’ del grupo insurgente, el mulá Abdul Ghani Baradar, evidenció el martes el inicio de un nuevo proceso que aún está por concretar, en la medida en que tan sólo hay constancia de la voluntad de las partes de hablar, sin medidas concretas sobre la mesa.
La casa de Abdulá ha servido este miércoles de escenario para un encuentro al que ha asistido Karzai y también talibán como Anas Haqqani, miembro de la oficina política de la insurgencia, según fuentes citadas por Tolo News y que no han podido aclarar el contenido del encuentro.
Varios portavoces talibán han asegurado en estos últimos días que aspiran a conformar un gobierno inclusivo, algo que el grupo ya le habría trasladado personalmente el lunes a Karzai y Abdulá.
DOS MUERTOS EN PROTESTAS
A pie de calle, el avance talibán sigue dejando escenas de tensión en algunas ciudades como Jalalabad, donde al menos dos personas han muerto en enfrentamientos con los milicianos a cuenta de las banderas. Según testigos citados por la agencia Jaama, decenas de personas reivindicaban su derecho a mostrar la enseñada oficial del país, en lugar de la blanca esgrimida por la insurgencia.
En el marco de estos incidentes, también habrían sido golpeados dos periodistas locales que querían cubrir la protesta.