El futuro de Ander Capa en el Athletic es cada vez más negro. A pesar de que su intención es seguir en Bilbao, todo lo que rodea a su caso dificulta esa aspiración. La última piedra en el camino ha llegado con la comunicación por parte del club, de poner en stand by su renovación. Una postura razonable si observamos que ni tan siquiera ha debutado esta campaña y hay overbooking en su puesto. El propio Óscar de Marcos está en una situación parecida.
Si a eso le sumamos la renovación del joven lateral derecho del filial, Alvaro Nuñez, la cosa se complica aún más. Está claro que no es una prioridad porque llevan casi dos años hablando sobre su continuidad y ésta no cuaja. Rafa Alkorta tiene, al menos, un par de ases en la manga. El primero es que no cuenta ahora mismo para Marcelino lo que le resta valor inmediato y el segundo es que el puesto está, en teoría, bien cubierto. Sabe que tiene la sartén por el mango.
Principal escollo
La mayor diferencia, por no decir única, estriba en la duración del contrato. Desde Ibaigane ofrecen un año, algo que no parece dispuesto a aceptar el jugador de Portugalete. Capa cumplirá 30 años en febrero, y con esa edad entiende que puede firmar una vinculación más larga. Desde el entorno del jugador recuerdan que Yuri Berchiche, dos años mayor que Capa, ha renovado hasta 2024 y finalizará su relación con el Athletic con 34 años.
Con todos estos ingredientes, todo apunta a que Capa tendrá que buscar su futuro en otro equipo. La crisis económica del Covid-19 ha dejado tocado a los clubes, pero acabando contrato no tendrá problema en buscar acomodo. La otra salida que le queda es renovar en las condiciones que le ofrezcan y confiar en que Marcelino vuelva a contar con él o llegue otro entrenador que le mire con otros ojos. La campaña electoral puede beneficiarle, pero parece improbable que pueda dilatar tanto la decisión sobre su futuro.
En el mundo del fútbol todo puede cambiar en un instante, pero ahora mismo, la despedida de Ander Capa parece cada vez más cerca.