Un verano en tres días

Urdaibai y Hondarribi se reparten los triunfos del largo fin de semana, anunciando batallas sin cuartel hasta que se baje el telón
Un verano en tres días
Traineras de Urdaibai y Hondarribi / Euskolabel Liga
Banner de Rodilla en Bilbao

El extenso fin de semana que acabamos de cerrar nos ha dejado una foto que bien podría ser la del resumen del verano cuando, allá por septiembre, echemos el telón a la temporada arraunlari. Urdaibai y Hondarribi han puesto sobre el agua, y con todo lujo de detalles, una rivalidad que desde luego no es nueva y que anuncia más capítulos. La liga y el Campeonato de Euskadi han revelado un secreto que en todo caso lo era en modo mínimo: azules y verdes, en efecto, optan a todo. Y a pesar de que puedan sumarse puntualmente los amarillos de Orio y los blancos de Donostiarra, las apuestas perfilan un duelo a dos bandas.

Si seguimos un orden estrictamente cronológico, lo que en este caso nos obliga a ir en el sentido no deseado, debemos acudir en primer lugar a una liga en la que las aguas vizcaínas de la ría fueron propicias para Hondarribi. Los pupilos de Mikel Orbañanos asestaron un doble golpe a domicilio y se llevaron el pack «Bandera Ayuntamiento de Sestao + Ikurriña de Santurtzi». Si bien el domingo la distancia se fue hasta unos más firmes 7″, la víspera el escenario nos dejó un duelo de altísimo voltaje, con 70 exiguas centésimas como inestable argumento para que el trapo acabara cruzando asimismo la muga.

Salvando los muebles

Es cierto que el doble triunfo de Hondarribi supone un evidente problema para las cuentas ligueras de los bermeotarras, que en estos momentos están cinco puntos por detrás. Pero una sensación de haber salvado los muebles se instaló asimismo en la «Bou Bizkaia». La suerte fue esquiva con los de Iker Zabala en ambas jornadas, en forma de indeseada calle, lo que ya presagiaba que la victoria podría ser una quimera.

Una vez confirmado lo que hasta entonces era una suposición, una suerte de alivio también recorría a los de Bermeo, personalizados en su presidente. Agustín Aramburu nos confesaba que el fin de semana liguero había concluido mejor de lo que la fortuna les había reservado. Los suyos salían de la doble cita con sólo dos puntos perdidos. Ni tan mal. A falta de doce regatas, la calculadora acepta el reto.

El verde tornó en azul

Y llegó el lunes. Un lunes festivo que se convirtió en jornada laboral en el mundo del remo. Sin abandonar nuestro herrialde, Lekeitio acogió un año más el Campeonato de Euskadi. En este caso, y al contrario de lo sucedido en las dos jornadas anteriores, el azul se impuso al verde. Orio había amenazado desde la primera tanda, pero de modo insuficiente ante el buen desempeño de Urdaibai en la Tanda de Honor. En ésta se medían las dos primeras embarcaciones de los campeonatos de Bizkaia y Gipuzkoa.

En esta ocasión, y al contrario que los dos días precedentes, la suerte estuvo del lado de los bermeotarras. La «Bou Bizkaia» navegó por la calle 1, viendo cómo además la «Ama Guadalupekoa» se iba al otro extremo del campo de regateo, para circular por una indeseada calle 4. Además, y dado el gasto realizado en la liga, Orbañanos optó por dar un vuelco a su pizarra, dando entrada a una especie de equipo B, mientras que Iker Zabala propuso sólo tres cambios.

Urdaibai se puso en modo «paseo militar» y se llevó con total merecimiento el título, sumándolo así al de Bizkaia. Los hondarribitarras les vieron muy de lejos, hasta el punto de que ni siquiera pudieron escoltarles en el podio. Muy al contrario, caerían finalmente hasta la sexta plaza. El segundo cajón lo ocupó Orio y en el tercero aparecía Donostiarra. Del resto de botes vizcaínos, destacamos el cuarto puesto de Zierbena, doblegando por un suspiro a Getaria, mientras que Ondarroa y Kaiku cerraron el lote.

Arraun Lagunak en féminas y Getxo en veteranos

La mañana comenzó con el concurso de los veteranos, donde también una trainera vizcaína se llevó el premio gordo. Getxo ganó el título, con Fortuna y Mundaka completando el podio. Y en categoría femenina, y como estaba previsto, el triunfo correspondió a un club guipuzcoano. Arraun Lagunak se impuso desde la primera tanda, con un crono que presagiaba que las de Juan Mari Etxabe tenían el entorchado vasco entre ceja y ceja.

Orio bogó en la Tanda de Honor, pero las de Patxi Francés fueron incapaces de rebajar el registro de las donostiarras, como ya se intuía tras el primer largo. Hondarribi se llevó el bronce por algo menos de un segundo sobre Donostiarra. Y en relación a las dos traineras vizcaínas, Ondarroa venció a Deusto en la pugna por evitar el último lugar. De hecho, ambos botes tuvieron sus más y sus menos en el largo de vuelta, lo que obligó a la intervención del juez de mar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *