Una segunda vuelta para soñar

Cuatro equipos vizcaínos de 1ª y 2ª RFEF apuntan a objetivos ambiciosos, mientras que el Bilbao Athletic luchará por salvarse

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Fernando Mendikoa | Bilbao 20/01/2023 • 10:35

La primera parte del calendario ha servido para que los equipos hayan ido tomando posiciones de cara a lo que viene por delante: una segunda fase en la que la suerte, entonces sí, estará echada. La segunda vuelta ha dado comienzo ya en la tercera categoría, mientras que en las dos primeras se abrirá este fin de semana. Y, sumando ambas ligas, contamos con cinco escuadras. De ellas, y según la foto que observamos en estos momentos, tres apuntan a luchar por el playoff y uno al ascenso directo. Es éste el caso de un Sestao River que está dominando con mano de hierro el grupo II de la 2ª RFEF y que es, de modo indiscutible, el gran favorito para hacerse con esa plaza. También ahí contamos con Gernika y Arenas. Los primeros han visto cómo los objetivos han virado de luchar por salvarse a poder meter la cabeza en el playoff de ascenso. Y en cuanto a los getxotarras, los dos puntos sumados en las cinco últimas jornadas les han llevado a salir de ese playoff, al que esperemos regresen en breve. O más tarde, pero que se encuentren en él cuando expire el curso.

Y también luchando por entrar en playoff de ascenso (en su caso a Segunda División) tenemos al Amorebieta. Los azules veían cortada el domingo su racha de nueve jornadas sin perder (con seis victorias y tres empates), aunque están a sólo tres puntos de esas posiciones. Un gol en el descuento y perder una pieza en el minuto 2 explican ese revés sufrido, pero las sensaciones del equipo son positivas. No podemos decir lo mismo de un Bilbao Athletic que va perdiendo opciones de permanencia, tras una horrible racha de doce jornadas sin ganar y en las que únicamente ha sumado cuatro puntos. La situación, a diez de margen con la salvación, se torna cada día más dramática porque el equipo no da visos de reacción, cuando además ya se ha ejecutado el comodín del relevo en el banquillo. Lo que no significa que no pueda haber más, claro está.